El negocio de las cremaciones en Varanasi

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Hablando sin parar por su ostentoso móvil y vestido con un traje de safari de tejido sintético, Satnayaran Chowdhary parece un ocupadísimo hombre de negocios supervisando su empresa familiar. Su trabajo es nada menos que manejar el mundialmente famoso crematorio de Manikarnika Ghat, en Varanasi.

Los murmullos de protesta sobre la extorsión que se practica en el ghat crematorio que regenta dejan a Chowdhary bastante indiferente:
Es un impuesto que la gente ha pagado desde los tiempos puránicos (védicos). Tara, la mujer del rey Harishchandra, tuvo que rompers su sari para pagar por los servicios prestados. Entonces, ¿por qué nos quejamos ahora?”, se defiende.

Pero Chowdhary, como comerciante, se ofende por las acusaciones de extorsión en un ghat donde las familias pagan por las exequias dependiendo de su nivel económico, entre 1.000 y 100.000 rupias (entre 16 euros y 1.700 euros, aproximadamente).

 

Manikarnika Ghat, Varanasi

Una compleja red se pone en marcha el momento en que un cadáver llega al ghat. En unos minutos se prepara un dossier sobre el difunto y la familia. Se pone a disposición de los gestores desde el árbol genealógico hasta la cuenta bancaria. Se exploran las posibilidades para establecer un precio y se establecen las primeras negociaciones.

Los ricos pagan con gusto. De hecho, antiguamente había familias que incluso legaron propiedades.
Incluso hoy en día los hombres de negocios son buenos pagadores y donan más de 25.000 rupias (unos 430€)” dice Sanjay Verma, un tendero que acompañó hoy una de las procesiones.
Es todo voluntario”, insiste Chowdhary, que prácticamente ha crecido entre las piras funerarias.

Supervisar el enorme trabajo en este ghat, que recibe entre 60 y 100 difuntos en un día, tiene su costo y requiere mucha habilidad directiva”, nos dice. Solamente el consumo diario de leña es de entre 3.000 y 5.000 Kilos.

Durante la ola de calor de 1.995 la llegada diaria de difuntos llegó a 250 cadáveres. Era una situación difícil y se necesitaba  a la vez tacto y firmeza para asegurar que todo fuera bien”, recuerda mientras vigila a los trabajadores del ghat y a un grupo de extranjeros que han pagado por visitar este lugar. Es la hora punta de la mañana y hay por los menos seis piras ardiendo y cinco a punto de apagarse.

No es una vida muy fascinante”, dice sombrío Chowdhary. Dice que afrontar la campaña de calumnias es parte de su profesión, y que además él no es el único que manda: hay por lo menos unos 500, todos descendientes del Domraj (su antepasado y gobernador de la ciudad).

Pero las acusaciones son serias.Ni siquiera perdonan a los más pobres”, afirma Kamal Patel, un empresario de Varanasi que asegura que hay que pagar un precio muy elevado para cualquier detalle en el crematorio, desde la leña hasta los rituales.
Lo más costoso es usar la Llama Eterna para prender fuego a la pira, ya que en Manikarnika no se utilizan las cerillas. Se dice que la Llama Eterna fue prendida por Dios Shiva en persona.

El enorme y sombrío crematorio cobra mucha vida una vez al año, en mayo, cuando las prostitutas enjoyadas y engalanadas vienen a Manikarnika para bailar hasta el amanecer, manteniendo viva una tradición con 500 años de angüedad.
Para alquien como yo, más acostumbrado a oir lamentos, y últimamente protestas, la música puede impresionar a veces”, nos confia Chowdhary.
No es fácil hacer lo que yo hago”, se lamenta, mirando hacia el cielo. No es dificil creerle.

Fuente: Times of India, 10 de septiembre de 2009. Autores: Manjari Mishra y Binay Singh.
Traducido por Amarjeet Singh, Sociedad Geográfica de las Indias.


Sobre el autor:
AmarjeetAmarjeet Singh es Coordinador de viaje y guía personal para Sociedad Geográfica de las Indias. Licenciado en Filología Hispánica, es amante de España y la cultura hispánica y un gran humanista interesado en el encuentro entre culturas. Para más información: [Quiénes somos]

Comentarios

  1. asuncion

    Esto lo vi yo al natural que impacto tan grande senti pero luego por la noche en una barca de las de benares vi toda la ceremonia de los sacerdotes.
    Fue tan maravilloso que no te lo puedo explicar, aún cuando lo recuerdo me da una sensación maravillosa

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