El templo dorado de Amritsar [VÍDEO]

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La ciudad de Amritsar, próxima a la frontera paquistaní, es una de las joyas aún por explorar por los occidentales. Este epicentro cultural y espiritual del sijismo alberga el Templo Dorado de Amritsar, centro de peregrinación religioso al que los sijs deben acudir al menos una vez en la vida. La espiritualidad, la belleza y las buenas prestaciones para el turista son garantes de una estancia mágica.

Escrito por: Esther Pardo

 

Templo Dorado de Amritsar de noche

© Arian Zwegers


Al noroeste del subcontinente, dentro del estado del Punjab, se encuentra la ciudad sagrada del sijismo, antiguo lugar de paso de la Ruta de la Seda. Hoy sigue siendo un centro de gran actividad turística, sobre todo nacional.  Porque no sólo dispone de alojamientos de gran calidad; también cuenta con criterios internacionales en cuanto al servicio y gastronomía, y ofrece un interesante abanico de puntos de interés, entre los que destaca su principal tesoro patrimonial: el Templo Dorado de Amritsar.

Templo dorado de Amritsar: arquitectura

Templo Dorado de Amritsar -

© Arian Zwegers

Construido en pleno centro, en una mezcla de estilos hindú y musulmán, al igual que el resto de los lugares sagrados sijs, está rodeado por el estanque Amrit Sarovar (utilizado para la purificación), desde el cual el visitante puede admirar el espectacular reflejo del edificio levantado con placas de mármol y cubierto con una cúpula de oro, mientras se empapa de la espiritualidad gracias a los cánticos que pueblan cada rincón.

Cuatro puertas abiertas a los cuatro puntos cardinales son un gran gesto simbólico para un espacio abierto a todas las confesiones. La visita a su interior es toda una gran experiencia, tanto de día como de noche.

Templo dorado de Amritsar: una asombrosa procesión

Cuando el sol se pone,  Adi Granth, el libro sagrado del sijismo, la palabra escrita de los diez gurús donde se representa su fe, se convierte en el principal protagonista. Cada noche, el libro es trasladado en un palanquín desde la habitación del templo hasta su propia estancia, en una asombrosa procesión que nadie debería perderse. El broche final no puede ser más sorprendente: se le acuesta en una cama y se le tapa con una manta o se le protege del calor con aire acondicionado, dependiendo de la estación. Esta ceremonia, que se repite a la inversa por la mañana, simboliza el hecho de que estas escrituras son la palabra viva de esta religión, y como tal, se las debe cuidar.

© Paul Simpson

© Paul Simpson

Los edificios aledaños también son de sumo interés al albergar la vida cotidiana de los peregrinos que llegan a diario. Ver las cocinas, el inmenso comedor comunitario (Guru-ka-Langar, donde se ofrece comida gratuita) y la convivencia en los albergues (Gurudwaras) es un valor añadido a esta visita.

Templo dorado de Amritsar: los jardines Jallianwala Bagh

Otras paradas obligatorias son los jardines Jallianwala Bagh (tristemente célebres por ser el centro de una matanza ordenada por el gobierno británico a la población autóctona en 1919), y el templo Mata, una construcción con forma de gruta a la que entran las mujeres que buscan que se interceda por su fertilidad.

El ser una ciudad fronteriza ha dejado huella en lo que respecta a las atracciones turísticas. Lo que el siglo pasado era el  escenario de los enfrentamientos entre India y Paquistán, ahora se ha convertido en la Ceremonia de la Frontera. Cada tarde, el cierre de la verja que separa ambos países, acompañado por los cánticos y luchas marciales de ambos ejércitos, es seguido por los turistas que exhiben su sentimiento nacionalista en este espectáculo diario, en una ciudad única.

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