Visitas nocturnas en el Triángulo Dorado

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Las visitas nocturnas en el Triángulo Dorado completan el itinerario clásico de la India del norte. Fuertes, templos y cenotafios cobran una nueva dimensión bajo el cielo estrellado.

Por: Enric Donate

Visitas nocturnas en el Triángulo Dorado

© Ibikash Jain


Visitas nocturnas en el Triángulo Dorado: Delhi de noche

La capital de India es una ciudad que nunca duerme. Cuando cae el sol, un enjambre de luces de neón emerge y los mercados callejeros renacen del letargo, en especial en los meses de más calor. Es también la hora de algunos de las más excepcionales experiencias que brinda Delhi. En Nizamuddin, se inicia el concierto diario de música sufí en honor al santón musulmán enterrado allí. Los músicos entonan hipnóticas canciones de qawwali enfrente de una tumba a la que no paran de entrar los devotos para pedir favores al santo.

Entre los clásicos de las visitas nocturnas en el Triángulo Dorado, está Old Delhi. El barrio musulmán por antonomasia explota de actividad al atardecer con los restaurantes callejeros exponiendo todo tipo de delicias y los tenderos ávidos por cerrar los últimos tratos del día. En el interior del Fuerte Rojo se proyecta un espectáculo de luz y sonido que cuenta la historia del emperador Shah Jahan, otra forma de ver uno de los conjuntos más imponentes de la arquitectura indomusulmana.

El tercer lugar imprescindible en las noches de Delhi es India Gate con su impecable iluminación. El lugar es un centro de encuentro para los locales que vienen a disfrutar del fresco en esta amplia avenida ajardinada. Si buscas un poco de movida debes dirigirte a Hauz Khas Village, el barrio de moda en India, donde una abundante oferta culinaria y de ocio nocturno atrae a jóvenes y no tan jóvenes de toda la ciudad.

Visitas nocturnas en el Triángulo Dorado

© Yash Stealth

Visitas nocturnas en el Triángulo Dorado: Agra y Jaipur

Hay muchos monumentos en India que han optado por la instalación de un espectáculo de luz y sonido. En Jaipur, sin duda, el más atractivo es el Fuerte de Amber. De día a lomos de elefante, se llega al bullicioso patio de entrada y, en cambio, por la noche te encontrarás con la arquitectura desnuda y el silencio de este pequeño pueblo. Otro lugar excepcional es el Jal Mahal, el palacio sobre el lago que a menudo pasa desapercibido y que gracias a los juegos cromáticos y la música clásica india recupera su esplendor.

Con todo, probablemente la más romántica entre las visitas nocturnas en el Triángulo Dorado sea el paseo a la luz de la luna llena en el Taj Mahal. El mármol inmaculado del mayor monumento construido por amor refleja la luz de la luna creando una atmósfera mágica en medio de los jardines persas. Es importante la reserva con antelación porque solo abre en las fechas indicadas y con aforo limitado para que la experiencia sea lo más exclusiva posible.

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