A todos nos ha llegado alguna vez el momento de tener que buscar casa para toda la familia, ya sea en un nuevo país, en una ciudad diferente o incluso dentro de nuestra misma ciudad o barrio…
¿Pero qué ocurre cuando ese momento llega y hay que encontrar un lugar para vivir en un país como la India y en una ciudad como Nueva Delhi, la séptima mas poblada del mundo?
En nuestro caso, lo primero que hicimos fue preparar una puja (ofrenda) a Ganesh, que nos dijeron que ¡se ocuparía de ayudarnos!. Provisionalmente fuimos directitos a un service-apartment, que es algo así como nuestros aparta-hoteles: un pisito alquilado de dos o tres dormitorios amueblado y con todas las comodidades incluidas.
En el caso de Delhi te ofrecen además cocinero/a las 24 horas. Alex se llamaba el nuestro, cristiano por cierto (por lo que podía preparar carne de vaca sin problemas). Alex fue el encargado de hacernos conocer las maravillas de la verdadera comida casera india y los niños aún hoy recuerdan cómo les hacía llorar el picante que, según el, ¡nunca ponía!.
Además de un cocinero, la mayoría de apartamentos cuentan con Internet y coche con chófer si lo deseas, en algunos casos hasta puedes solicitar servicio de masajes o clases de yoga y hasta de cocina india… Todo ello por cuenta del propietario/a del mismo.
Primera lección: en India pregunta siempre, porque ¡casi todo es posible!
Así que una vez medianamente instalados en una zona bastante céntrica de South-Delhi, nos hicimos con todos los planos de la ciudad que pudimos conseguir y recabamos todos los consejos habidos y por haber, en Internet, de los taxistas, de gente del trabajo, en las tiendas… He de reconocer que el exceso de información en este caso llegó a ser mas problemático que la falta de la misma.