Por qué es mentira aquello de «Cuando viajo, quiero vivir como ellos…»

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Viajar sola

© oxlaey-com



En el mundo de los viajes existen espejismos, muchos de ellos nacidos de nuestra necesidad por cambiar, mejorar o, quizás, simplemente viajar en el tiempo y el espacio para tener otras vidas, para vivir como otras personas y olvidarnos de lo que ya tenemos y a veces damos por hecho. Sin embargo, ¿de verdad querrías vivir como un indio de India o un ceilandés de Colombo?

Escrito por: Alberto Piernas

Espejismos viajeros

Hombre en el río Yamuna junto al Taj Mahal

© Steve McCurry

Hace unos años, durante un viaje a India, una amiga y yo paseamos por un slum de Agra tras visitar el Taj Mahal. Habían mujeres vestidas con saris de colores transportando cántaros, rickshaws alocados, vacas confundiendo una colada con pasto y niños, muchos niños sonrientes.

– Son las sonrisas más puras que he visto en mi vida – dijo mi amiga-.

Y sí, en efecto lo eran.

Fue a partir de entonces cuando flotó en el aire esa reflexión que a menudo sorprende a más de un viajero. Ese famoso «me gustaría vivir como ellos», primo hermano del «aquí son más felices», «su vida parece más sencilla» o el «no necesitamos tantas cosas para vivir».

Porque claro, en Occidente no sonreímos tanto, ni dedicamos tiempo a cosas sencillas y gratificantes teniendo todo medido y pesado… y nos hemos vuelto un poco parte de nuestra agenda, parte de “una lista más”, de las muchas listas de “cosas a hacer” y no de la lista de “cosas a ser” o “cosas a vivir” . Una reflexión interesante que va alimentando esa idealización por mutarse en otra raza, etnia o cultura de un país como forma radical de cambiar por completo y experimentar el mundo desde otra dimensión.

La misma reflexión que evocan aquellos que fotografían a niños comiendo un sándwich o una mujer pidiendo unas rupias a la salida de un templo. Sí, solo en los viajes parecemos encontrar la respuesta, el «click» a una vida que siempre podríamos mejorar perpetuando la tendencia occidental de ser extremadamente inconformista.

Vivir en India: No como ellos, pero sí en su país

Nómada digital y su equipamiento en India

Durante los últimos años, muchas personas han tomado la decisión de dejarlo todo para vivir en países lejanos y exóticos como la India, Bali, Colombia o Sudáfrica , por nombrar algunos ejemplos. La aparición de los llamados «nómadas digitales» que viajan tan solo equipados con un ordenador portátil, los profesionales que reciben ofertas de empleo en otros países o aquellos bohemios que con guitarra en mano se ganan la vida tocando en un hotel a cambio de unas monedas.. Ejemplos del milennial proactivo que busca respuestas a través de un cambio de vida «radical».

Posiblemente, todo termine reflejado (con sus convenientes filtros de color) en una de esas fotos de Instagram (muchas veces maquilladas con estrategia para idealizar un “estilo de vida”), en la que aparece alguien tomando un desayuno vegano en un hotel de lujo o durante una clase de yoga en la playa…. Eso está muy bien pero, ¿estás realmente viviendo “un indio”? Como qué indio exactamente: ¿Como el niño del slum que tarda una hora en llevar un cubo de agua a casa o como el indio de clase media que sale de un concesionario de comprar su primer coche? ¿Como el indio rico que es voluntario en un Templo en Delhi?… Todo empieza cuando usamos el “ellos”, vivir como “ellos”…., ¿quiénes  son, exactamente ellos? Una joven en sari realizando una  ceremonia en el templo o una joven que viste jeans, escucha Spotify y estudia biotecnología?

El occidental que se plantea vivir en India u otra tierra extraña sabe perfectamente que nunca conseguirá (al menos nunca de forma inmediata) vivir igual que un indio de Orissa o de Kerala. Necesitará renunciar a sus cosas, a sus «caprichos» y tendrá que adaptar y aceptar nuevos hábitos.Y es que a veces, esos caprichos que uno tiene, no son siempre compatibles con el estilo de vida local.

Te harás amigo del pescador que espera en la playa, practicarás meditación entre las palmeras con camisetas de 15 euros e irás corriendo al médico privado cuando un insecto te pique en la barbilla. Pero eso amigos, no es vivir como ellos. Es adaptar tu modo de vida a otro país; el mismo que proyecta tópicos como la espiritualidad, el yoga o la felicidad que no siempre reflejan la vida de una cultura.

Al final, si te dejas llevar lo suficiente, si la atención y el respeto prevalecen, posiblemente comas en torno a una mesa vestida con un sari tan solo con tu mano derecha y mencionando a Krishna.

Pero eso no es vivir como ellos. Es jugar a hacerlo.

Y en cualquier caso: ¿Sería malo hacerlo?

¿Quieres que te diseñemos un viaje exclusivo al Subcontinente Indio?

 

 

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