
Liyelaa Jehun: la artesanía de Maldivas que desconocías. © Yoonus Shazeel
Dicen que en el paraíso hay poca cultura pero, ¿conocías la artesanía de Maldivas?
Por Alberto Piernas

En Maldivas siempre mucho que hacer. © estiacoholidays
Estás en el vermú del sábado y surge la típica conversación sobre viajes: que si hay que ir a Islandia (como todo el mundo), y lo bonito que es el sakura de Japón, lo masificado que está Bali, o la posibilidad de una escapada a Maldivas. «¿A Maldivas? Yo me aburriría», dice alguien. «Si allí solo hay playa y resorts, ¿no?», añade otro. Solo entonces, en un multiverso paralelo, un maldivo se sienta a pedirse su cañita para revelarle al resto del grupo la cultura de Maldivas y, en concreto, el liyelaa jehun.
Este tipo de artesanía de Maldivas supone una de las muchas expresiones artísticas y ancestrales del archipiélago Índico y la mejor excusa para realizar un taller o excursión de un día desde tu resort para sucumbir a los secretos de la historia isleña.
Artesanía de Maldivas: háblame de identidad, nuevos planes y el liyelaa jehun

Un artesano manipula una pieza de liyelaa jehun. © Institute of Crafts of Maldives
Durante siglos, los diferentes países asiáticos han desarrollado actividades y conexiones comerciales allende los mares. Y en el caso de Maldivas, su historia de comerciantes musulmanes, indios o europeos no se entiende sin la llegada de China, país que trajo a Maldivas materiales como la laca y, por ende, el liyelaa jehun o laa lehun.
En su momento, la laca era un material muy preciado, ya que era utilizado para aumentar la durabilidad de los productos de madera. Sin embargo, con el tiempo comenzó a emplearse bajo motivos decorativos, iniciando así una estirpe de artesanos dedicados al oficio por todo el archipiélago.
Hoy, la isla de Thulaadhoo, en el atolón de Baa, es el último epicentro donde este arte se mantiene vivo. Es aquí donde, entre talleres sencillos, cocoteros y un telón azul, unas pocas familias siguen practicando la artesanía y elaborando objetos de madera lacada en forma de jarrones y cajas de joyas que después venden a los turistas.
Para elaborar el liyelaa jehun, los artesanos maldivos utilizan materiales y colorantes importados. En primer lugar, la laca se calienta, se tiñe y se martilla hasta que se vuelve blanco. Después se extiende hasta formar tiras. De forma paralela, se obtienen bloques de madera de árboles autóctonos como el funa, se tallan en el torno y se obtiene la forma deseada. Una vez la pieza adquiere una apariencia muy fina, se aplican las tiras de laca previamente obtenidas y pulidas con hojas secas de palma de coco.
Tras completar el proceso, el objeto se corta por la base para separarlo de la parte no trabajada de la madera. El último paso consiste en grabar los diseños a mano a través de la laca, que al aplicarla en capas superpuestas, permite grabar una capa exterior que revela los colores interiores, generalmente rojo, amarillo y negro.

El amarillo, el rojo y el negro son los tres principales colores empleados en el liyelaa jehun. © Institute of Craft of Maldives
Generalmente, los motivos grabados en el liyelaa jehun suelen ser florales, si bien algunos artesanos han innovado con nuevas formas y patrones geométricos. Un oficio que se transmite de generación en generación y que, a pesar de ir desapareciendo en las últimas décadas, aún se mantiene gracias al turismo.
Una tradición que rompe los tópicos acerca de unas islas de Maldivas donde no hay «mucho que hacer». Sin embargo, como sucede con todos los grandes mitos, viajar y descubrir nuevos lugares invita a perderse y profundizar. En disfrutar de todo aquello que no cuentan los folletos ni los vermús del sábado.
¿Te gustaría descubrir la artesanía liyelaa jehun durante tu viaje a Maldivas?