Los platos favoritos del equipo de Sociedad Geográfica de las Indias

Comida de India platos favoritos

Nuestro equipo te cuenta cuáles son tus platos favoritos © Pixabay



¿Qué come el equipo de SGI cuando sale de viaje?

¿Con qué platos sueña el equipo de Sociedad Geográfica de las Indias?

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Aunque no lo parezca, somos unos glotones.

La comida no solo une al mundo, sino que se convierte en una extensión única de los mejores viajes. Desde ese restaurante con vistas al Taj Mahal hasta el calamar olarthu de un bar perdido en Kerala, pasando por tantos egg hoppers en Sri Lanka o sí, también un barreño de caracoles cordobeses.

Nuestro equipo nos desvela qué plato e historia le marcó durante uno de sus viajes. Y ya os avisamos: hay bocados para todos los gustos.

Alberto (Escritor en Sociedad Geográfica de las Indias)

Ay, el curry tailandés.

Si pienso en bocados viajeros (más allá de las croquetas, ese platillo-anclaje que siempre echo de menos cuando estoy fuera de España), diría muchos: desde la bastela marroquí, bien crujiente con su relleno de frutos secos, hasta el thali de Kerala, una delicia de arroces y chutneys a degustar en hoja de banana. Sin embargo, creo que mi plato favorito es el curry massaman de Tailandia, porque aporta una textura más ligera y sabrosa, además de llevar cacahuetes. Hay muchísimos sitios en Bangkok donde se puede comer un buen curry, pero elegiría uno en la calle Samsen cuyo nombre no recuerdo (estaba escrito en tailandés) pero que descubrirás fácilmente, ya que en la entrada siempre hay una señora mayor con la barbacoa encendida.

Tenzin (Equipo de Producción)

Tenzin y el thali nepalí: siempre volvemos a los orígenes.

Uno de mis platos favoritos es el thali nepalí, como el Dal Bhat Thali. Es una bandeja con arroz, lentejas, verduras, encurtidos y carne. Está muy bueno porque incluye diferentes sabores, especias frescas y, además, es una comida nutritiva y casera. El thali en Nepal nace como una forma tradicional de servir una comida completa y variada en una sola bandeja. Su origen está ligado a las costumbres rurales y agrícolas, donde se valoraba una dieta nutritiva, económica y fácil de preparar.

Marina (Responsable de Rutas)

Marina y un butter chicken con mucha historia.

Me encanta el butter chicken. Es equilibrio puro: especias que abrigan sin arder, tomate que acaricia, mantequilla que redondea. Es un plato–refugio: sedoso, aromático, siempre reconfortante, perfecto para mojar naan y dejar que el mundo se desacelere. Dicen que una tarde de monzón, en una cocina apretada de Delhi, a Arjun le sobraron trozos de pollo tandoori del mediodía. No quiso tirarlos: abrió una lata de tomate triturado, derritió una nuez generosa de mantequilla, añadió nata “para suavizar el carácter del cielo”, y dejó que las especias conversaran. Cuando la lluvia golpeó más fuerte, probó la salsa, llamó a su madre para que oliera la olla, y ambos sonrieron con la boca llena de vapor. Los vecinos llegaron atraídos por el aroma y bautizaron aquella mezcla accidental como “la manera más amable de pedir perdón al día”. Desde entonces, cada vez que mojo el naan en ese cobre que late, siento que el mundo cabe en una cucharada: un poco de hogar, un poco de viaje, y la certeza de que las mejores historias nacen de la suma de lo simple y lo generoso.

Rafa (Director Adjunto)

Rafa y su pasión por la gastronomía a ambos lados del Estrecho.

No tengo un plato exótico favorito porque, lo que hace 20 años era exótico hoy puede ser popular y porque me gusta tanto comer que, cómo diría aquel, ¿a cuál de tus hijos quieres más? Así que te diría que mi plato «exótico» favorito es el cous cous de los viernes en cualquier hogar marroquí, eso sí, participando en su elaboración, mientras los muyahidines llaman a la oración. También me encanta un dhal (lentejas) de la India, con permiso de mi madre.

Si tiro para mi tierra, Andalucía, no me puedo resistir a la lengua de vaca en salsa que preparan en casa de Los Ramones, en Montemayor, con mucho pan de pueblo para mojar los caracoles. Los chicos, en vaso, con caldo picantito; y los gordos, en salsa, con pan, por supuesto, de cualquier puesto callejero de Córdoba, en temporada. También me encantan los cangrejos en salsa de tomate muy picante que prepara mi suegro. Continuamos con el pan, el caviar (del bueno), antes a cucharadas, ahora untadito, por motivos obvios. Y para terminar, las mollejas, los sesos, los callos, los riñones y la sangre – cómo decía Drácula: la sangre es la vida – ,y las ancas de rana de La Bañeza.

Pedro (Responsable de Comunicación)

Con miel, mucha miel.

«El kottu bien picante me encanta, lo disfruté mucho durante mis semanas en Sri Lanka. Eso sí: si estoy en el subcontinente indio, no puedo decir que no a un buen y cremoso curd con miel de postre. El mejor que recuerda lo solía pedir en el Mamma’s, en Arugam Bay, un lugar precioso donde pasé tres semanas comiendo este plato casi todos los días.»

Virginia (Responsable de Producción)

Un curry y una recetas por descubrir.

«Mi plato favorito es el pad thai, cuando hablamos de otros países, pero el curry también me vuelve loca y lo disfruté especialmente durante una clase de cocina al atardecer en Sri Lanka. Seguí la receta, añadí las gambas, mezclamos las especias y, aún así, de lo único que me arrepiento es de no haberle pedido la receta al chef«.

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