El arte de no hacer nada en Maldivas

no hacer nada en maldivas

La paz de © Baros Maldives



A Maldivas viajamos muchas veces para no hacer nada. Y está bien.

Por Alberto Piernas

No hacer nada en Maldivas

No hacer nada en Maldivas

No hacer nada entre azules en © Four Seasons Resort Maldives at Landaa Giraavaru.

Si le preguntas a un experto por la relación entre viajes y desconexión, posiblemente te diga que, en efecto, movernos y conocer nuevas culturas nos ayuda a desconectar. Pero hay un matiz que a veces se nos escapa: puede que desconectes, sí, pero no descansarás.

Si, por otra parte, le preguntas a un viajero experimentado, te dirá que la aventura siempre consiste en descubrir nuevos lugares, inspirar esos aromas y condensar toda la esencia que un territorio puede ofrecerte en unos pocos días. Solo entonces, tú le sugieres Maldivas y te dice aquello de «ese destino no es para mí» o «en Maldivas no hay nada que hacer». Y quizás ahí esté el punto de la cuestión.

No es ningún secreto que, durante los últimos años, el viajero busca itinerarios extensos y llenos de lugares, pero también existe una nueva corriente basada en viajar como umbral para el descanso. Para «no hacer nada».

Según la encuesta Hilton’s 2024 Trends Report, los votantes eligieron “el descanso y la relajación” como principal brújula para sus vacaciones. Comenzaba así el ascenso de las «do nothing vacation» o «vacaciones para no hacer nada», una tendencia abrazada por viajeros que más allá de desconectar también buscan tener tiempo para leer un libro sin preocuparse de la hora, o disfrutar de una jornada contemplativa.

A pesar de los muchos prejuicios que existen respecto a destinos como el archipiélago índico de Maldivas y su fama de «lugar donde solo hay playas y nada que hacer», los tópicos se readaptan a los nuevos tiempos. A una época en la que la inteligencia artificial, el scroll en redes sociales, las agendas, las bandejas de mail llenas, las responsabilidades domésticas, la (no) comunicación real y la dependencia de la nube nos sumerge en una rueda de hámster que adoptamos con resignación sin tiempo para detenernos a reflexionar.

Viajar para descubrir nuevos lugares seguirá estando ahí y es totalmente recomendable. Sin embargo, también cambia la narrativa acerca de un concepto del viaje que despliega nuevas alternativos en un mundo demasiado acelerado y masivo como el actual. Solo entonces, sentimos la necesidad de retirarnos a un monasterio rehabilitado como hotel boutique en Italia, hacer retiros de meditación Vipassana o reservar unos días en una cabaña rural mientras el resto del mundo hace encaje de bolillos con vuelos, taxis y reservas. Modos de viaje que se disuelven al visualizar Maldivas como ese destino soñado.

La felicidad era un columpio en © Baros Maldives.

Piénsalo. Dispones de tiempo de calidad para desconectar en plena naturaleza, sabiendo que siempre puedes disfrutar de diversas experiencias sin presión: comenzar el día disfrutando de un desayuno flotante para, después, entregarte a tantos azules y caminar descalzo por el trópico mientras tu pareja trabaja o tus peques disfrutan de un Kids Club de ensueño.

En un momento en el que pararse y abrazar lo auténtico se ha convertido en una recompensa que experimentamos durante unos pocos minutos, el verdadero lujo en 2025 consiste en detenerse.

¿Te gustaría experimentas el descanso y llevar a cabo el arte de «no hacer nada» durante tu viaje a Maldivas?

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