Te gusta viajar a lugares exóticos y todos te parecen demasiado lejanos. Viajar a Sri Lanka en Semana Santa te traslada al paraíso. La Isla esmeralda tiene el tamaño perfecto para recorrerla fácilmente en 9 días.
Escrito por: Enric Donate
Escrito por: Enric Donate
Una comida cotidiana en india se compone de diversos platos tanto en familia como en el restaurante. Al pedir en un restaurante indio, en India o en cualquier lugar del mundo, conviene recordar esta forma de comer, para no quedarnos con hambre ni desperdiciar la comida.
Cuando hay que pedir en un restaurante indio, lo mejor es que cada persona elija un plato y se comparta la comida. Si solo comes tu plato, te va a parecer una alimentación muy poco variada. Recuerda que debes probar la gran variedad de panes indios y que no es necesario pedirlos al inicio de la comida, sino que se van preparando al momento según lo requiere el cliente.
Si eres de los que no soportan compartir, una buena opción es el biryani, un plato de arroz con pollo o cordero que se cocina durante horas con una mezcla secreta de especias. Si quieres evitar el picante, el pulao es una preparación similar sin masala. Otra opción para comidas ligeras unipersonales son los snacks. Los indios están muy acostumbrados a comer en la calle y han creado una gran variedad de platos para picotear. Las samosas, las pakoras, las dosas o los idlis se sirven en los restaurantes y aunque son platos para el desayuno o un tentempié entre horas, muchas veces te parecerán perfectos para matar el hambre en lugar de una gran comilona.
*Nuestro consejo: Especifica siempre el nivel de picante que toleras. Aclara varias veces no spicy si el chile no es lo tuyo.
Una opción al pedir en un restaurante indio suele ser el thali. Un thali es un menú degustación a la manera india. Tradicionalmente se servía sobre una hoja de banano y en su versión más reciente en una bandeja de acero inoxidable. Encontrarás achar (conserva, ojo que es muy intensa), legumbres, a menudo lentejas, y uno o dos platos de verduras sin salsa y un curry que varían según las regiones y la temporada. En el norte encontrarás recetas como el aloo jeera (patatas con comino), bhindi masala (ocra) o bainghan bharta (berenjenas); en el sur seguro que habrá sambhar (sopa a base de lentejas) y rasam (sopa a base de zumo de tamarindo).
Cuando el restaurante es vegetariano se completa con un plato de paneer (queso fresco), mientras que si es no vegetariano habrá pollo en el norte y pescado en el sur. El thali suele incluir un postre y una porción de yogur. Es una buena idea para familiarizarse con la cocina india, pero si lo pides siempre, te puede resultar un poco repetitivo.
*Nuestro consejo: Siempre prueba los platos del thali antes de darles un bocado. Al cocinarlos para todo el restaurante es más difícil que respeten a quienes prefieren la comida menos o nada picante.
Viajar a Sri Lanka en Navidad te permite combinar una escapada al paraíso, con la celebración de Año Nuevo más exótico: playas de ensueño, ruinas espectaculares y cultura budista en estado puro. Si estás pensando cuando viajar a Sri Lanka, las vacaciones navideñas son el momento adecuado. Te contamos porqué.
Escrito por: Enric Donate
Escrito por: Pablo Bargueño
Nada en la corta vida del pequeño Shubham Jaglan invitaba a pensar que pudiera convertirse en la gran esperanza del golf en la India. Nació en Israna, un pueblo del distrito de Panipat, en el estado de Haryana, en el norte del país. En su pueblo el deporte más popular no era ni mucho menos el golf, sino el pehlwani, una lucha libre del sur de Asia. De hecho, su padre y su familia la practicaban.
¿Cómo surgió entonces su pasión por el golf? Cuando Shubham tenía cinco años, un ciudadano americano de origen indio llamado Kapoor Singh montó una academia en Israna. Esa fue la mecha que prendió la llama. El padre del pequeño Shubham, un humilde lechero analfabeto le apuntó. Sin embargo el proyecto de academia duró muy poco, tan solo tres meses. El golf, al menos en esa zona del país, no interesaba a los niños, que querían emular a los grandes luchadores y boxeadores de su zona. Pero a Shubham si le interesó. Y mucho. Tanto que a pesar de la negativa inicial de su padre, éste le montó un campo de tres hoyos en el terreno familiar. Era un campo de cultivo de mostaza…
Lo que no podía ni imaginarse Jagpal Jaglan -su padre- es que su hijo iba a convertirse en la gran promesa del golf en la India. El pequeño siguió practicando y puliendo su técnica viendo vídeos en YouTube. A pesar de residir en un pequeño pueblo de un enorme país de más de mil millones de habitantes, su talento llegó hasta la golfista india Nonita Lal Qureshi. Ella le visitó y se convirtió en su entrenadora. “Fui testigo de algo que me supuso una grata sorpresa. Le dije a su familia que deberían marcharse a Delhi si querían que su hijo se convirtiera en una estrella de golf”.
Y así fue. El lechero, que ganaba 10.000 rupias al mes, es ahora el caddie de su hijo, que entrena a diario en el prestigioso Delhi Golf Club gracias a The Golf Fundation, una organización sin ánimo de lucro del golfista Amit Luthra. Shubham usa palos de golf Callaway y aspira a emular leyendas de la talla de Severiano Ballesteros o Gary Player, pero nunca olvida sus orígenes.