Retrocedamos en el tiempo hasta el año 1.639. Europa estaba inmersa en distintas guerras entre imperios: la Guerra de los 80 Años, la de los 30 Años… La Inquisición imponía su ley a uno y otro lado del Atlántico, juzgando entre otros a Galileo Galilei. El Papa Urbano VIII había prohibido la esclavitud en Iberoamérica, aunque el rey Felipe IV puntualiza prohibiendo sólo la de los indios, manteniendo la de los negros. En España se disfrutaba de la segunda parte de El Quijote, publicado unos años antes.
Mientras tanto, en India el imperio mogol disfrutaba de esplendor militar, comercial y artístico. El emperador Shah Jahan (1628-1658), nieto de Akbar el Grande (1562-1605), fundaba la que sería su nueva capital: Shahjahanabad. Una majestuosa ciudad amurallada, a orillas del río Yamuna, repleta de mansiones nobles, animados mercados y calles (Chandni Chowk), dependencias de la corte, mezquitas (Jama Masjid), jardines y un hermoso fuerte-palacio (el Fuerte Rojo).

Pintura de la Jama Masjid desde el Urdu Bazar (Fuente: Wikipedia)