Viajes a la India: entrevista con viajero experto

India es un viernes por la noche; y Sri Lanka, un domingo por la mañana. Antonio lo afirma por completo. Y conocimiento de ambos destinos no le falta. Este viajero, tras sus 4 viajes a la India (la última fue un combinado India Sri Lanka con Sociedad Geográfica de las Indias del que volvió hace apenas 4 meses), ya está diseñando su próximo viaje con nosotros. Y como cada viaje de autor a India, éste también tiene un motivo especial: recuperar la India mítica y descubrir una India inédita. Volver a viajar al Norte de la India y explorar la inconmensurable belleza natural de Karnataka, un destino todavía por descubrir.

Pero antes de que Antonio parta de viaje de nuevo y siga coleccionando estampas y experiencias, nuestra compañera Ángela ha conversado con él sobre India:

¿De todos los viajes a la India que realizaste, con cuál te quedas?

Sin duda, el viaje que hice por la zona de Varanasi y Kolkata… Lo mejor: la experiencia del Parque Nacional de Sundarbans que queda cerca de Kolkata, bueno cerca…, ya sabéis lo que significa cerca en un país tan grande como es la India :) Este viaje fue muy especial, sobre todo gracias a nuestro guía, que era un encanto, muy espiritual; de hecho seguimos siendo amigos.

Mi primer viaje fue al Triángulo Dorado… pero cada viaje siguiente fue mejor que el anterior. Que cada viaje mejore al anterior es un gran reto, pero de momento, se cumple.

¿Qué importancia le das tú al servicio del guía acompañante en castellano?

¿Guía acompañante en castellano? Importancia máxima. Yo no suelo puntuar nada con el 10, así que ponle un 9,5.

¿De todos los viajes a la India que hiciste, si tuvieras que quedarte con un solo momento, cuál sería?

Ya veo que es una entrevista de sensaciones. Es tremendo… ¿un solo momento? Una de las cosas que más me ha impactado ha sido Varanasi… Y también en el primer viaje, cuando estuvimos en un pueblo pequeño, a la orilla de un richuelito, que no era ni un río, y al otro lado estaban en medio de una cremación. Esto fue muy emotivo. Los niños buscando sortijas o dientes de oro… fue muy chocante, para nosotros es una cosa totalmente distinta. Y volviendo a Varanasi, el amanecer desde la barquita del río, que compartimos con unos músicos locales que tocaban sitar, ver cómo se ilumina toda la ciudad…

¿Cuál es la mayor diferencia entre India Norte e India Sur?

¿India Norte o India Sur? En India del Norte los templos, la arquitectura, los palacios… todo es a lo grande. En el Sur se nota más humildad, sencillez; es un ambiente muy colorista.

¿Cuál es la mayor diferencia entre India y Sri Lanka?

La religión, sobre todo. A mí me gusta más el hinduismo; como la gente de India, no la hay. La población de Sri Lanka fue muy amable, pero eran más reservados. Pasa lo mismo que con Vietnám y Camboya; los vietnamitas son mucho más expresivos que los camboyanos. Son países completamente diferentes.

India es un viernes por la noche; y Sri Lanka, un domingo por la mañana. ¿Algo así, no?

Totalmente de acuerdo.

¿Si tuvieras que explicar el tema de la hotelería en viajes a la India y en Sri Lanka?

Solo una palabra: maravilloso. Por supuesto todo depende del presupuesto. También hay que tener en cuenta que hay destinos que no cuentan con infraestructura suficiente e incluso los mejores alojamientos en la ciudad se quedan justitos. Pero nosotros somos un tipo de viajeros que no deja de ir a un sitio porque justo allí no haya hotelería de lujo que caracteriza la India.

¿Qué le dirías a la gente que duda ante su primer viaje a la India?

Con India la gente tiene muchas ganas de ir, pero lo suele reservar para el final, tiene más miedo… Yo siempre digo que India o te rechifla o te horroriza. A los últimos les preocupa la pobreza que puedan ver, pero yo recomiendo ir con mentalidad abierta y saber que tú por mucho que hagas tampoco vas a cambiar nada. Pero quedándote en casa, mucho menos. Esto pasa en India y en muchos países, no debe ser un motivo para no viajar. Los indios son muy felices. Pueden ser pobres como ratones, pero no les ves agobiados. Quizás sea la religión lo que les consuela. Es otra filosofía, un enfoque diferente de la vida: no son tan materialistas como nosotros, se lamen menos las heridas, dedican mucha más energía a pensar a dónde quieren llegar que a lamentarse por dónde están.