La arquitectura del Tíbet

Potala o templo de Lhasa

Potala o templo de Lhasa (Tíbet), antigua residencia de los Dalai Lama.



Cuando se piensa en el Tíbet, una de las primeras imágenes que a muchos se nos viene a la cabeza es la de un majestuoso templo budista en lo alto de las montañas.
Y es que la arquitectura de la región, con sus colores vivos, sus pagodas y sus enormes puertas ornamentadas; es toda una belleza.

Escrito por: Andrea Amado Laín

Aunque el Tíbet cuenta con un estilo arquitectónico propio, las influencias de China e India en éste son evidentes. Al poner las fotografías de un templo de cada país, una al lado de la otra, enseguida te darás cuenta de que el tibetano es una fusión del chino y el indio, al que se le han añadido elementos propios de la región, sobre todo símbolos budistas, como las banderas de oración.
La mezcla de estilos arquitectónicos se da sobre todo en los edificios más antiguos, como el templo budista de Lhasa Jokhang, inaugurado en el 639 d.C., el cual aún sigue en pie.

Templo de Jokhang en Lhasa

Templo de Jokhang en Lhasa. ©Hiroki Ogawa.

Pero, con el paso del tiempo, el Tíbet fue definiendo un estilo propio más desarrollado en el que los elementos arquitectónicos chinos e indios se fueron disipando; sobre todo tras la segunda expansión del budismo (s.XI d.C.).

Por lo general, los edificios de la región siguen estos principios:

  • Forma con tendencia trapezoidal, con más peso en la parte inferior (uso de cimientos de piedra) y más ligera en la parte superior.
  • Tejados planos con parapetos.
  • Seguimiento de un código de normas detallado para decorar puertas, ventanas y parapetos (como los marcos de puertas y ventanas pintados en negro, o decoraciones muy elaboradas en los dinteles).
  • Uso de los colores dorado y rojo reservado para edificios religiosos.
  • Intrincada estructura interior de madera.
  • Diseño orgánico: los edificios se integran con naturalidad con el paisaje.

Estas características no sólo aportan belleza a los edificios, también los adaptan a las condiciones climáticas y geográficas del Tíbet.
Al igual que pasa con muchos otros estilos arquitectónicos, las construcciones tibetanas pueden dividirse en dos tipos: religiosos y seculares.

Arquitectura religiosa:

En esta categoría se incluyen templos, monasterios y chörtens (estupas budistas).

Templos y monasterios:

Monasterio de Samye

Monasterio de Samye. ©Gerd Eichmann.

Los monasterios tibetanos son grandes construcciones que albergan templos, residencias monásticas, salas de usos variados, centros de estudio y chörtens. Son como pequeñas ciudades diseñadas para que los monjes que residen en ellas puedan hacer su día a día sin salir al exterior.
El monasterio de Samye es uno de los mejores ejemplos de monasterio tibetano clásico.
Su sistema de organización se asemeja al de un mandala, en el que los elementos más sagrados están en el centro.
De forma esquematizada, estos son los elementos más destacados de un monasterio budista tibetano:

  • Sala principal de oración: cuenta con una sala de Buda en el centro, rodeada por las salas de los sutras, los pasillos de circunvalación, las salas auxiliares y los pasillos de circulación. La sala de los sutras es donde los monjes se reúnen para estudiar y los pasillos de circunvalación están diseñados para que los monjes se postren ante Buda y otras deidades.
    La sala central simboliza el monte Meru (montaña sagrada que en el budismo se considera el centro de los universos físico, metafísico y espiritual). Mientras que las salas que la rodean simbolizan los cuatro continentes y ocho subcontinentes del mundo budista. Estas salas se organizan en cuatro grupos, orientados hacia cada punto cardinal.
    El monasterio de Samye fue el que influenció esta estructura al resto de monasterios tibetanos.
  • Capillas de protección: son las cuatro capillas laterales de la sala principal de oración. Suelen estar poco iluminadas y, en muchos casos, contienen imágenes de calaveras y cadáveres (coronados por bestias salvajes) y de los dioses protectores (cubiertas con telas, ya que se consideran demasiado terribles para los ojos humanos) como Hayagriva o Vajrapani. Algo muy importante a tener en cuenta es que no se permite la entrada a las mujeres en estas capillas.
  • Azoteas: en esta parte de los monasterios tibetanos es donde más se nota la influencia de la arquitectura china, con el típico tejado de pagodas a varias alturas, que muchas veces está hecho con latón y con incrustaciones de pan de oro.
    En los inicios de la arquitectura tibetana, los tejados solían ser planos. No es hasta mediados del siglo XIII que se adopta el tejado con cadera y hastial, típico de otras zonas de Asia.
    Los tejados se decoran con esculturas cubiertas de pan de oro. Como es de esperar, estas esculturas están directamente relacionadas con la simbología budista, siendo las más comunes las de ciervos, ruedas de dharma o estandartes de victoria.
    Además del monasterio de Samye, que cuenta con un destacado tejado de pan de oro; otra edificación que muestra de forma evidente esta tendencia es el templo de Jokhang (Lhasa, Tíbet).

Chörtens (estupas):

Estupa Kumbun en el monasterio de Pelkor

Estupa Kumbum en el monasterio de Pelkor (Gyantse). ©Pet_r.

Son monumentos religiosos de planta variada (las más comunes son las circulares y las cuadradas) y con varias alturas.
La mayoría de las estupas budistas se pueden dividir en:

  • Base: es escalonada y representa el trono de loto de Buda (que a su vez simboliza la tierra, el estado sólido y los cinco poderes del budismo: la fe, la concentración, el esfuerzo, la consciencia plena y la sabiduría). Sobre esta base escalonada, hay un pedestal hexagonal o cuadrado que representa las piernas cruzadas de Buda.
  • Cúpula o cilindro: se alza sobre el pedestal y representa el torso de Buda (que simboliza el agua, el estado fluido y las siete condiciones para la verdadera iluminación: concentración, ecuanimidad, esfuerzo, flexibilidad, alegría, consciencia plena y sabiduría). En algunos casos, esta parte de la estupa cuenta con un relicario que usan los lamas.
  • Harmika: la cúpula/cilindro da paso a una caja llamada harmika, que representa los ojos de Buda (que, a su vez, simbolizan “El noble camino óctuple”, que, según el budismo, conduce al fin del sufrimiento).
  • Aguja o campanario: suele ser de latón recubierto de pan de oro y representa la corona de Buda. Su estructura tiene 13 anillos (que representan el fuego y los trece pasos de la iluminación) rematados con una forma de parasol (que representa el viento y se cree que aleja todas las formas de maldad), y símbolos gemelos de la luna y el sol (que representan la sabiduría y el método). En muchos casos, la aguja se remata con una joya (que representa la forma más elevada de iluminación).

El ejemplo más destacado de chörten en el Tíbet es el Kumbum (del tibetano sku ‘bum, «cien mil imágenes sagradas») en el monasterio de Pelkor (Gyantse).

Arquitectura secular:

Las imponentes edificaciones religiosas se llevan todo el protagonismo en el Tíbet. Pero eso no quiere decir que las construcciones seculares no sean interesantes. En ellas se nota incluso más las influencias de los estilos de India y China.
Las casas se suelen construir en zonas elevadas y, para adaptarse mejor a las bajas temperaturas, orientadas al sur. Además, cuentan con muchas ventanas para que entre la luz, tejados planos para retener mejor el calor y paredes inclinadas hacia dentro para aumentar su solidez frente a los terremotos.

Los materiales más usados son la madera, arcilla y piedras de la región. Por otro lado, las fachadas se suelen pintar con blanco o colores piedra, a las que se les añade algunos detalles coloridos en las ventanas, cortinas o puertas.

Las casas más típicas tienen dos o tres alturas con esta distribución:

  • Planta baja: originalmente destinada a guardar el ganado y el forraje.
  • Segunda planta: en la que están la cocina, los dormitorios, el baño y la sala de estar.
  • Tercera planta: el último piso se reserva para la sala de oración (se sitúa a esa altura para que ninguna persona esté por encima del templo); la inclusión de una zona para orar se considera necesaria para una población que, en su mayoría, es budista.

Ahora bien, ese no es el único tipo de casa que podrás encontrar en el Tíbet. También podrás ver:

Casas locales de Lhasa:

Lhasa cuenta con un estilo de casas que no se ve en otras zonas. Estas suelen tener dos o tres plantas; la cocina, salón y otras salas en la planta baja, los dormitorios en la segunda y la zona de oración en la tercera (en algunos casos puntuales hay cuatro plantas, añadiendo una planta baja para guardar el ganado). A diferencia de las viviendas antes mencionadas, sus fachadas suelen estar pintadas en color amarillo tierra.
Las estancias están distribuidas en torno a un patio central, en el que hay un pozo y un aseo.
Aparte de este estilo de viviendas, en Lhasa también se pueden encontrar algunas estilo bungalow.

Tiendas de nómadas tibetanos:

En lo más profundo de la naturaleza del Tíbet, entre bosques y llanuras, viven los nómadas tibetanos. Personas que, desde hace más de 2000 años, recorren toda la región con su ganado según van avanzando las estaciones.
Los nómadas acampan con tiendas que, tradicionalmente, son de cuatro u ocho paredes hechas con tejidos de lana de yak, la cual permite fluir el aire para mantener el interior ventilado (algo esencial teniendo en cuenta que, en invierno, algunos animales se guarecen en las tiendas, junto a su fuerte olor). Además, en el centro del techo hay un agujero para que salga el humo del fuego que se enciende cuando hace frío. Las telas se sostienen con postes de madera que son fácilmente desmontables.
También hay otro tipo de tiendas que se utilizan en las zonas más agrícolas. Son de telas blancas y se usan para estancias cortas o eventos religiosos; muchas veces se decoran con banderas de oración para bendecir la tierra y el ganado. En el interior, es común encontrar un pequeño altar dedicado a deidades budistas.
El centro del hogar se sigue reservando para el fuego, ya sea una hoguera o una estufa de hierro fundido, donde se cocina y se hacen reuniones familiares.

Calles de Lhasa en Tíbet

Calle Barkhor, en Lhasa (Tíbet). ©cattan2011.

Sin duda, tanto las casas como los chörtens, monasterios y templos tibetanos son fácilmente reconocibles por su estilo único.
Si realizas un viaje al Tíbet, seguro que no dejarán de captar tu atención.

¿Quieres que te diseñemos un viaje exclusivo al Subcontinente Indio?

Responder