De origen hindú, el actor Ben Kingsley, el nuevo Bagheera del Libro de la Selva, aporta su toque particular a la nueva adaptación del clásico de Disney.
Escrito por: Alberto Piernas
Cultura en la India, Bután, Nepal, Sri Lanka y Maldivas. Repasamos el arte, la literatura, el cine, las fiestas y demás manifestaciones culturales de India, Bután, Nepal, Maldivas y Sri Lanka.
El arte en India, Bután Nepal Maldivas y Sri Lanka se manifiesta no solo en sus milenarias muestras de arquitectura y construcciones monumentales, sino también en muestras de arte popular como los tatuajes en india, los bailes de Maldivas o el arte tibetano presente en Bután. Además, ofrecemos recomendaciones de libros sobre India, recopilaciones de guías, ebooks de India, novelas y lecturas recomendadas para tu viaje al Subcontinente Indio, así como algunos de los autores más destacados sobre literatura en India. En esta categoría encontrarás también toda la información relativa a Bollywood, la música india, conciertos privados en India y música religiosa en India. Además incluimos referencias a las musicales occidentales a India, Nepal, Bután, Sri Lanka y Maldivas.
Escrito por: Esther Pardo
La riqueza cultural de “la lágrima de la India” no se puede entender sin la aportación de la etnia tamil. Con una lengua propia y una historia milenaria, el patrimonio de este grupo se empezó a distinguir desde muy temprano de las contribuciones del resto de etnias que emigraron procedentes de la India, al tiempo que alimentaban las señas de identidad de un país, destino turístico de fama mundial.
Concentrados fundamentalmente en el norte y este de la isla, la cultura tamil en Sri Lanka está formada por un grupo mayoritariamente hindú que no ha cejado nunca en su empeño de verse reconocido, y para ello ha utilizado también la cultura como instrumento de reivindicación. Y es que, pese a que su poder cualitativo no sea tan grande como el de los cingaleses (la etnia mayoritaria), sólo basta con echar la vista atrás para encontrar las huellas tamiles en múltiples aspectos de la vida ceilandesa.
Con sólo observar el paisaje, el turista puede descubrir su marca. Basta con fijarse en los templos hinduistas basados en la arquitectura dravidiana – con una estructura en forma de torre, como el templo hinduista de Koneswaran en Trincomalee– para identificar la impronta de este grupo, cuyas mujeres sobreviven de forma mayoritaria de la recolección de la hoja de té.
Y es en esa ciudad, Trincomalee, centro de la cultura tamil en Sri Lanka, es donde nació el primer creador de bandas sonoras de esta comunidad. Y es que el cine es una de las artes en las que los tamiles también han marcado su territorio. Centrado en la ciudad de Jaffna, esta industria, pese a no estar tan desarrollada como la de sus compatriotas indios, resiste, al igual que otra de las manifestaciones culturales más significativas: el baile. Basta con ir al distrito de Batticaloa, en la provincia oriental de Sri Lanka, para contemplar el famoso y tradicional, mezcla de danza y teatro y paradigma de arte indígena por el que los tamiles luchan por su pervivencia.
Por último, cabe destacar el instrumento cardinal que hay en esta cultura y una de sus principales señas de identidad: la lengua. Con una literatura que se remonta a la época Sangam (siglo III a.C.), la cultura tamil en Sri Lanka se percató de la importancia de proteger y fomentar su lenguaje. Para seguir manteniéndolo vivo y actualizado, haciendo especial hincapié en el desarrollo de terminología técnica y científica que la mantenga en consonancia con los cambios que sufre la sociedad.
Escrito por: Javier Galán
Casi todas las grandes civilizaciones nos han regalado sus majestuosas ruinas. Aquellas que no las dejaron para la posteridad han caído en el olvido. Angkor Wat, la Gran Muralla, Machu Picchu, el Foro o el Partenón son una pequeña muestra a la que se debe añadir un nombre a partir de ahora: Anuradhapura. Se trata de la ciudad de Sri Lanka con las ruinas mejor conservadas de la isla. Se cree que su fundación data de hace 15 siglos. Recorrer sus vestigios es palpar en cada vistazo la historia de Sri Lanka. Quizá solo la propia tierra de esta isla haya visto más historia cingalesa que Anuradhapura.
Las construcciones más imponentes de esta ciudad impregnada de budismo son las estupas o dagobas, construcciones semiesféricas típicas de la arquitectura antigua de Sri Lanka. Una de las más reconocibles de toda la isla es Ruwanwelisseya. Una estupa que mide más de 100 metros de alto y casi 300 de circunferencia. Una majestuosa mole levantada en el siglo II a.C que forma parte de las Solosmasthana, los 16 lugares de peregrinación budista de Sri Lanka, pues se cree que fueron visitados por Sidarta Gauthama.
Sin embargo, Anuradhapura quedó abandonada durante siglos tras una guerra que acabó con su hegemonía a favor de otro pueblo de la isla en el siglo X d.C. La vegetación entonces volvió a recuperar su terreno durante años, hasta que los conquistadores británicos, unos 10 siglos después, se toparon con semejante descubrimiento.
Tal estado de conservación es ampliamente reconocido por arqueólogos e historiadores. Su riqueza es tal que fue uno de los tres primeros lugares reconocidos como Patrimonio de la Humanidad de toda Sri Lanka junto con Polonnaruwa y Sigiriya. Estas tres maravillas pasaron a engrosar la lista elaborada por la UNESCO en 1982, todo un espaldarazo para la isla y su historia.
Anuradhapura se encuentra en la zona norte de Sri Lanka, a unos doscientos kilómetros de la capital, Colombo. Una vez allí las opciones son tantas que, aun con toda su grandeza, Ruwanwelisseya es solo una etapa más en la ruta. En Anuradhapura se encuentra, por ejemplo, el árbol Bodhi. El Bodhi es el árbol bajo el cual se cree que Sidarta Gautama alcanzó la iluminación. Según la leyenda, una de sus ramas fue llevada a la isla y plantada en la ciudad sagrada, donde arraigó con fuerza. Este ejemplar reúne en sus alrededores a cientos y cientos de personas en los días festivos y recibe a un sinfín de peregrinos. El árbol es venerado mediante las entregas, las ofrendas, los rezos y las plegarias de todos los miembros de la familia. De este modo consiguen crear en este lugar un microclima espiritual difícil de comparar.
Las opciones no escasean en Anuradhapura. Se puede seguir por Mihintale, un complejo arqueológico cercano a la ciudad. A la distancia de un paseo exigente se pueden contemplar estupas, cuevas, lagunas, los restos de uno de los hospitales más antiguos del mundo o estatuas de budas. También el lugar en el que se cree que un monje budista charló con un monarca cingalés, que se convirtió desde ese momento a esa religión. La visita a Anuradhapura demuestra el inicio de una veneración que se extiende hasta la actualidad.
Escrito por: Esther Pardo
Bienvenidos a un viaje de cine. Sí, Sri Lanka ha tenido también su papel protagonista en la historia de este arte. Ser escenario de grandes éxitos de taquilla es todo un privilegio, aunque también lo es hacer un viaje con encanto, a las mismas localizaciones naturales a las que los equipos de rodaje se desplazaron y que sirvieron de inspiración a las siguientes películas.
El puente sobre el río Kwai: Ganadora de siete Oscar, la película dirigida por David Lean en 1957 utilizó la antigua Ceilán como escenario de un acontecimiento que, en realidad, ocurrió en Kanchanaburi (Tailandia). Así, el puente construido por los presos durante la Segunda Guerra Mundial se hizo, en realidad, al oeste de Sri Lanka y sobre el río Kelani en Kitulgala. Este lugar fue una localización perfecta ya que la gran humedad de la zona garantiza la apariencia selvática. Pero este destino no sólo puede ser interesante para los amantes del séptimo arte, también para los del rafting, actividad muy común en la zona.
La senda de los elefantes: los actores Elisabeth Taylor y Dana Andrews tuvieron la suerte de recrear una gran historia de amor con las plantaciones de té como telón de fondo. Este famoso paisaje cingalés, símbolo inequívoco del país, apareció en la gran pantalla gracias a este drama norteamericano de 1954. También fueron coprotagonistas los elefantes, animal que actualmente está en peligro de extinción, motivo por el cual han surgido iniciativas como la del orfantao de Pinnawela.
Indiana Jones y el templo maldito: tras dejar Shanghai, el arqueólogo más famoso de todos los tiempos, llega a la India con el objetivo de recuperar una piedra de gran poder y averiguar qué ha sucedido con los niños perdidos de esa localidad. Sin embargo, Indie -que viajaba en compañía de Tapón y de la cantante Willie- no llegó a ir nunca a India, porque todas esas secuencias se rodaron en Sri Lanka. Ese poblado se construyó ex profeso a petición de Steven Spielberg, quien quería filmar en el mismo lugar en el que David Lean rodó una de sus obras más conocidas. Además, se utilizó el puente colgante de Kandy como pasarela para una de las huidas de Indiana.
Agua: esta historia que transcurre en la India colonial, rodada por Deepa Metha y que fue nominada a los Oscar como mejor película extranjera en 2006, buscó los paisajes de esta antigua colonia británica para recrear la India. El resultado: una de las joyas del nuevo cine indio donde se critica la situación de la mujer en la sociedad hindú y a la que Sri Lanka aporta su granito de arena. Pero no fue la única vez que esta directora y guionista indocanadiense rodó en la isla. Para la adaptación de la novela de Salman Rushdie Hijos de la medianoche, ella y su equipo utilizaron la ciudad de Colombo como principal localización.
Escrito por: Alberto Piernas
Plantearse celebrar el Fin de Año en la India puede ser una idea fantástica, salvo que exista la posibilidad de que ciertos hoteles demandados durante estas fechas ya tengan aforo completo, sobre todo si nos retrasamos más de lo previsto. A estas alturas del año los hay quiénes ya empiezan a soñar sobre pasar el Fin de Año 2016 en la India, asegurándose así un sinfín de experiencias que ponemos a disposición del visitante que desee recibir al Nuevo Año en la India… según Occidente.
Y es que siempre queda la opción de vivir este festejo a lo India style, es decir, durante esas otras fechas en las que diversos estados celebran su particular recibimiento de los próximos doce meses en momentos diferentes repartidos a lo largo de todo el año.
En Bengala, por ejemplo, el Año Nuevo coincide con el 15 de abril, primer día del calendario lunar bengalí conocido como Baishakh, de ahí que el festival reciba el nombre de Poila Baishakh. En esta fecha, en la que Ganesha se convierte en el alma máter de la celebración, los bengalíes comen al aire libre y pasean por las típicas ferias que se extienden a lo largo de toda Bengala y Bangladesh. Una buena ocasión para entremezclarnos con la cultura del sureste de la India y su particular visión del comienzo de una nueva etapa.
Otro ejemplo, el Nuevo Año malabari, más conocido como Vishu, tiene también lugar en Kerala durante la segunda semana de abril, por lo que plantearse un recorrido a lo largo del sur de la India celebrando el Año Nuevo según diferentes culturas puede convertirse en una idea tan curiosa como excitante. En el caso de Vishu, los locales aprovechan para consumir el plato sadya, el cual se sirve en hoja de platanera, los elefantes que caminan por el trópico se colman de ornamentos y los templos locales, perfumados de incienso, son visitados por asistentes ataviados con sus mejores galas.
Por último, el concepto de Año Nuevo más extendido en la India recae en el mes de noviembre, momento en el que se celebra el Happy New Diwali, la victoria de la luz sobre la oscuridad evocada mediante las velas y farolillos que salpican toda la geografía hindú. Otra buena fecha para anticiparnos al Año Nuevo occidental.
No obstante, si lo que estáis buscando es celebrar el Fin de Año en la India a finales de diciembre, recordad que la temporada alta coincide con esta fecha tan demandada por los visitantes, motivo por el que planificar con tiempo nuestra visita es un obligado.
Una fecha en la que, igualmente, podremos hospedarnos en hoteles donde las cenas exóticas se combinan con un plantel de eventos que la India despliega cada 31 de diciembre y en el que no faltan desde conciertos típicos hasta espectáculos Bollywood, pasando por los fuegos artificiales de rigor y un huracán de colores que recibe al Nuevo Año al unísono de todo el planeta.
¿Eres capaz de reconocerlas?
Tras ver las fotos, ¿ya sabes dónde te gustaría celebrar Diwali?