Matrimonio concertado y matrimonio infantil, se convierten en la India en un binomio impactante, no sólo por la crudeza de la realidad que lo rodea, sino también por lo abrumador de sus cifras y de sus consecuencias.
Para entender la profundidad del tema, hay que pensar en la metáfora del pez que se muerde la cola… Más del 90% de los matrimonios en la India son matrimonios concertados o arreglados por las familias. En casi la totalidad de ellos se “negocia” con la dote (dowry) que deben pagar los padres de la novia a los padres/familia del novio y que desgraciadamente alcanza proporciones casi ilimitadas.
Cuanto más joven/niña sea la novia, menor es la dote que hay que pagar. Casi la mitad de las mujeres (el 43%) se casan siendo aún niñas. Un 83% abandona el colegio al casarse. Un 22% se queda embarazada antes de los 18 años. Seis mil madres adolescentes mueren cada año…
¿Quién puede romper la cadena? ¿Cómo romperla? ¿En qué eslabón de la misma puede una niña pronunciar el temido “No quiero”? ¿Puede realmente hacerlo, las dejan?…
Las leyes prohíben la “dote”, las leyes prohíben el matrimonio infantil, las leyes protegen a las niñas de los abusos… pero las cifras no mienten.
Frente a este panorama desolador y desgraciadamente cotidiano, encontramos algunas “voces de esperanza”… voces dulces y suaves que se tornan profundas y graves cuando hablan de su “revolución”, cuando gritan a todo y a todos el tan temido y humillante “No quiero”, gracias a estas pequeñas grandes voces, el cambio será posible un día…