Introducción al sikhismo: los 10 gurús (Ramdas, Arjan Dev)

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4. GURU RAMDAS (1534-1581)

Guru Ramdas destacó por su contribución para que el sikhismo tuviera su propia identidad. Hasta entonces, los sikhs todavía visitaban los centros sagrados del hinduísmo para la peregrinación. Ramdas comprendió que los sikhs deben tener su propios lugares donde reunirse para motivos religiosos. Mostrando una gran visión del futuro, quería que los centros religiosos fueran también lugares de intercambio comercial.
Ramdas fundó varias ciudades y animó a los sikhs para establecerse en éllas. La ciudad más importante fundada por él es la actual ciudad de Amritsar, donde se encuentra el mundialmente famoso ‘Templo Dorado’. El Guru, para construir la ciudad, mandó perforar el lago que allí había y le puso el nombre de ‘Amritsar’ o «el lago de Néctar». El agua fue consagrada y el Guru declaró que un baño en este lago significaría el mismo mérito que bañarse en los ’68 lugares sagrados’ de la religión hindú.
Guru Ramdas nombró a su hijo menor, Arjan Dev, como el sucesor, rechazando a sus dos hijos mayores y dejando claro, una vez más, que no había cuestiones jerárquicas a la hora de nombrar sucesor.

Templo Dorado de Amritsar

Foto: "Gps1", en Flickr

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Introducción al sikhismo: los 10 gurús (Angad, Amardas)

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2. GURU ANGAD (1504-1552)

Bhai  Lehna  era el discípulo favorito de Nanak y el más fiel a sus enseñanzas. Fue elegido el próximo Guru después de unas pruebas de obediencia y fe completa en el maestro. Recibió el nombre Angad.
Guru Angad enseñó a los sikhs los valores de la obediencia y a tener fe en el verdadero gurú. Era un amante del ejercicio físico, por lo que también organizaba combates de lucha libre para, entre otras cosas, otorgarle valor a la salud física. Quizás también preparando a los sikhs para la segunda etapa de la historia, la etapa de las batallas.Otra contribución importante de Guru Angad era la de la creación de una nueva escritura para la comunidad sikh. En el hinduísmo había un problema: las escrituras sagradas estaban escritas en sáncrito, un idioma que las masas no entendían y dependían de la clase sacerdotal para su interpretación. Los brahmanes se aprovechaban así de su prestigio y mantenían su status por estos privilegios. Guru Angad se decidió por recoger unas escrituras que todo el mundo pudiera comprender e interpretar. El idioma sería (y es) el punjabi y la escritura se llama ‘gurmuji’ o ‘originado de la boca del Guru’.

El sistema de nombrar al sucesor espiritual no era jerárquico; la edad tampoco era importante. Así que el tercer maestro, Guru Amardas era mayor que Guru Angad. También era uno de sus seguidores más fieles.

Mujer sikh

Foto: Álvaro Maldonado, Sociedad Geográfica de las Indias

3. GURU AMARDAS (1479-1574)

También es conocido como ‘el Guru anciano’ porque tenía unos 75 años cuando se sentó en el asiento del Guru. Antes de eso, mostró servicio desinteresado al segundo Guru, permaneciendo a su servicio unos 15 años. Su tarea consistía en caminar unas 5 millas cada día con un cántaro para buscar agua para el baño y la limpieza diaria del Guru. Se dice que no falló ningún día.
En los 20 años que estuvo como Guru, hizo muchas reformas sociales sobre todo los derechos de las mujeres. Por ejemplo, prohibió la práctica de la ‘burka’ y el velo. También levantó su voz contra la práctica de ‘sati’ o la viudas que se quemaban en la pira funeraria del marido.

Según aumentaba la popularidad de esta nueva religión, la ortodoxía musulmana empezó a ver una amenaza. Por otro lado, muchos de los brahmanes hindúes también rechazaban a los gurus sikhs. Los ulemas (estudiantes y seguidores de la ley islámica) se quejaron al emperador mogol, Akbar, acusando a las enseñanzas de los gurús sikhs de contener llamados contra el Islam. El emperador Akbar, conocido en la historia como un gran humanista, investigó el asunto y encontró que la acusación era falsa.

Entre los seguidores más queridos del Guru había un jóven huérfano que desde pequeño vivía con él. Más tarde, Guru Amardas le hizo su yerno y cuando llegó el momento le nombró su sucesor, pasando a ser el cuarto gurú: Guru Ramdas.

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Nuestra colaboración con Wildlife SOS India

Sociedad Geográfica de las Indias, desde hace 3 años, contribuye al apoyo económico de la ONG de defensa de los animales Wildlife SOS y su centro de osos cercano a Agra.

Logo de Wildlife SOS IndiaEsta ONG rescata los osos de la raza sloth que han sido maltratados y adiestrados para ser explotados en las carreteras y ferias, conocidos como dancing bears (osos bailarines). La costumbre de los osos bailarines fue comenzada hace siglos, en la era mogol, y fueron (y son) la tribu nómada de los Kalandars quienes se han encargado de hacer lo necesario para convertir a un oso en un muñeco de feria: taladrar su paladar para introducir un bozal que le acompañará toda la vida y maltratarle para que aprenda los números circenses más famosos, como ponerse de pie, coger un palo y hacer como si fumase.

La ONG ha conseguido recuperar más de 600 osos en la zona… conscientes de que con ello también privaba a los kalandars de su tradicional modo de vida. Para evitar esas consecuencias, la ONG ha creado cooperativas de artesanía para que esta tribu genere sus propios recursos económicos sin tener que recurrir al maltrato animal.

Los clientes de Sociedad Geográfica de las Indias son bienvenidos al centro de rescate de osos para comprobar los trabajos de las ONG y colaborar, si lo desean, con la comopra de artesanía realizada por los Kalandars o camisetas con algunas imágenes de algunos de ejemplares de Oso, como Boop Singh.

Mujeres kalandar en la cooperativa

Mujeres kalandar en la cooperativa. Foto: Wildlife SOS


Sobre el autor:
PabloPablo Pascual es Director de Sociedad Geográfica de las Indias. Gran conocedor de India, Pablo se obstinó en ofrecer lo que a él le gustaría encontrar en el sector de agencias de viajes tradicionales: especialistas por destino con un solo propósito, la calidad. Para más información: [Quiénes somos]

Mumbai y su chaat: el Bhel Puri

En todos los países existe una ciudad donde los sueños pueden hacerse realidad, y en India, esa ciudad es Mumbai.
Ciudad de contrastes por antonomasia: antigua y moderna, tremendamente pobre (tiene el triste honor de albergar el segundo suburbio más pobre de Asia: Dharavi) y descaradamente rica (a los rascacielos de Nariman Point se desplazan diariamente miles de financieros para negociar millones de dólares).
En ella, se baila hasta el amanecer, pero aún se sigue rezando al alba; concurren naturalmente noctámbulos y místicos.
Es la ciudad donde Mukesh Ambani (la mayor fortuna de India) se está construyendo una casa de veintisiete plantas, con un servicio de seiscientas personas para una familia de sólo seis miembros.
Y es, simultáneamente, la urbe donde encontraremos callejones atestados de gente en los mercadillos de Null y Chor, donde artesanos de Lucknow bordan maravillas en seda, y joyeros crean sueños en diamante, oro y exóticas gemas.

Los mumbaitíes miran a su ciudad con tremendo orgullo y con una pasión que suele exasperar al resto del país y a visitantes extranjeros que no tienen recato en calificar de arrogante una actitud vital de extrema dignidad y genuina solidaridad, demostrada hasta el denuedo tras los trágicos ataques terroristas sufridos en Noviembre de 2008.

El patio del recreo de Mumbai son sus dos playas emblemáticas: Chowpatty y Juhu. Un paseo al atardecer por ellas en sábado o domingo, dejándose llevar por la marea de gente que mira sin ver, por las familias que se reunen en la arena, por los niños semidesnudos que chapotean con neumáticos usados (pese a que las aguas no son aptas para el baño), por las parejas que timidamente se arrullan y besan a escondidas, por los charlatanes que venden la buenaventura, por las pandillas de adolescentes que sueñan con amores de cine y cantan a sus ídolos….., es la mejor inmersión en un pais, en una sociedad viva y apasionante como la de Mumbai, crisol de toda la India.

Puesto de venta de bhel puri en Mumbai

Venta de chaat en Mumbai. Foto: Belén García-Martín

A los indios en general, y a los mumbaities en particular, les encanta comer entre horas. Para ellos, toda comida debe incluir un alimento consistente, bien sea un plato de arroz, un «dal» o alguna clase de pan. Cualquier otra cosa se considera sólo un tentempié, mera excusa para acercarse al puesto más cercano para tomar un «chai masala» y aprovechar para departir con compañeros y transeúntes. Entre esos tentempiés están los «chaat», término que literalmente significa «producto para lamerse los dedos».
La sublimación de los chaat la encontramos en Mumbai (y dentro ella, en las playas de Chowpatty y Juhu) cuyos innumerables puestos callejeros compiten entre sí no sólo en calidad gastronómica, sino también en apariencia externa, colorido, música más moderna y atronadora……. Tal es su éxito que se han exportado a toda India.

El chaat predilecto de Mumbai es el llamado «bhel puri», una sabrosa mezcla de arroz inflado, patata, mango verde, hojas de cilantro y menta, jengibre, tomate y el secreto «chaat masala» (aderezo de sal negra, limón, chile, comino y mango verde en polvo), servido en hojas de banano o boles metálicos, todo ligado con chutney ácido de tamarindo.
Se prepara en el acto, a la vista del cliente, quien si es ya un iniciado, puede sugerir más o menos picante, más o menos ácido, según su gusto personal. Ni sacia el hambre, ni es nutricionalmente equilibrado, pero probar uno en Chowpatty Beach un sábado al anochecer, es una de las experiencias más enriquecedoras para cualquier visitante de mi querida Mumbai.

Mumbai, Yaar!!!!!


Sobre la autora:
Belén García-MartínBelén García-Martín viaja cada año a India, casi siempre en solitario, país que ha recorrido de norte a sur, y de este a oeste, para reencontrarse con viejos amigos, hacer otros nuevos, y lo que más le apasiona: sentir, oler, oír, ver, tocar y vivir en hindi… Para más información: [Quiénes somos]

Las castas en India. Preguntas típicas

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¿Existen todavía las castas?

Sí, todavía existen las castas. Aunque según la Constitución india está prohibido todo sistema de clasificación de la sociedad en castas, no ha sido posible borrar esta práctica tan arraigada en la sociedad. Es cierto que hoy ya no existen en su forma original, pero de alguna manera las castas bajas siguen existiendo, sobre todo en las zonas más rurales y aisladas del país.
Hoy, por ejemplo, cualquier persona puede ir al ejército o cualquier puede montar su negocio. Uno puede ser de casta brahmin y ser un soldado o policía o ser empresario.
Sin embargo, una persona de casta guerrera puede tener muchos conocimientos religiosos pero nunca podrá ser un sacerdote de templo. Todos los sacerdotes son brahmines… pero todos los brahmines no son sacerdotes.
No obstante, la principal presencia de las castas en la sociedad india actual es en el estigma que producen.

¿Casta y clases son diferentes?

Sí. Existen las castas y las clases sociales. Uno puede ser de casta alta pero de clase baja, o de casta baja pero de clase alta… aunque de este segundo ejemplo hay muy pocos casos, ya que las castas bajas no suelen contar con las mismas oportunidades.
Por ejemplo, un sacerdote es de casta alta sea pobre o rico… mientras que el dueño de una importante fábrica de zapatos (clase alta) puede ser de casta baja y de clase alta.

¿Es posible saber la casta de una persona a simple vista?

No. Aunque en el pasado existían códigos para saberlo, en realidad ya no es muy fácil.
En algunos casos por la profesión de la persona se puede saber su casta. Por ejemplo los basureros, los zapateros (que trabajan con cuero y otros materiales considerados impuros), los barberos etc. y todos los que hacen trabajos considerados sucios son de casta baja y cualquier persona no haría este trabajo. Un conductor de un camión de limpieza siempre será de casta baja. Como hemos mencionado, un sacerdote siempre será de casta alta.
En algunos casos el apellido de la persona indica su casta o subcasta. No debemos olvidar que todo esto existe solamente dentro de la sociedad hindú (no en la sikh o musulmana, por ejemplo).

Personas caminando cerca de Varanasi

Foto: David Martín, 2008.

¿Las castas existirán siempre o se podrán erradicar?

Hoy, por ejemplo, hay partidos políticos que representan a las castas más bajas (dalits) y luchan por su causa.
En la vida cotidiana, sobre todo en las zonas urbanas, la casta no interviene demasiado. En una oficina los compañeros trabajan juntos e incluso comen juntos, independientemente de estas «diferencias». Pero incluso en la sociedad moderna es frecuente que se mire con lupa la cuestión de casta a la hora de casarse.
Teniendo en cuenta que las castas forman parte de la tradición y la organización de la sociedad desde hace siglos, podríamos decir que este sistema es imposible de erradicar de la sociedad.


Sobre el autor:
AmarjeetAmarjeet Singh es Coordinador de viaje y guía personal para Sociedad Geográfica de las Indias. Licenciado en Filología Hispánica, es amante de España y la cultura hispánica y un gran humanista interesado en el encuentro entre culturas. Para más información: [Quiénes somos]