Ventajas una luna de miel en Sri Lanka

Escrito por: Eva del Amo

Sri Lanka es la receta que combina todos los ingredientes que hacen posible una luna de miel perfecta. Las múltiples posibilidades que ofrece esta isla, situada junto a India y Maldivas, permiten crear un viaje de novios a medida de nuestros deseos.

Uno de los viajes más importantes de nuestra vida es la luna de miel. Desde el primer momento tenemos claro que es algo más que unas vacaciones, que va más allá que un periodo de descanso tras el ajetreo de la boda. Queremos que en nuestro viaje de novios todo salga perfecto y que sea inolvidable. Y para que todo salga, e incluso supere, nuestras expectativas tenemos que buscar un destino que nos ofrezca todo aquello que vamos buscando.

Luna de miel en Sri Lanka

© Taj Hotels (IHCL)

Luna de miel en Sri Lanka es el escenario perfecto para quienes van buscando una cultura milenaria, naturaleza en estado puro, un toque de exotismo, preciosas playas e interminables paisajes, misteriosos templos, suaves y delicadas colinas o, simplemente, relax. Y todo ello alojados en preciosos hoteles, la burbuja perfecta en la que rememorar lo vivido durante todo el día y planificar lo siguiente por hacer.

Luna de miel en Sri Lanka

© Taj Hotels (IHCL)

La isla es un destino que capaz de ofrecernos, por si sólo, todo lo que necesitamos para un viaje de novios inolvidable, pero también puede ser la guinda perfecta a una luna de miel en India. O por qué no, el contrapunto perfecto a una luna de miel en Maldivas, o un combinado India Maldivas que contraste la embriaguez del primer destino con el completo descanso del segundo. Estando tan cerca de estos dos destinos… ¿por qué no visitar Sri Lanka y completar así el círculo del que sin duda será el viaje de vuestra vida?

Si India te permite una declaración de amor en toda regla, en Sri Lanka comienza la tranquilidad de saber que te encuentras disfrutando de momentos inolvidables. Cada día en la isla puede ser diferente, especial y único, envuelto en ese exotismo que sólo Sri Lanka puede ofrecernos. Si quieres visitar un lugar Patrimonio de la Humanidad, sólo tienes que acercarte a alguna de las ciudades sagradas y recorrer sus templos y fortificaciones para sentirte ciudadano del mundo. Si deseas comprar una joya, podrás contemplar todo el proceso, de las manos de un artesano local. Quizás quieras recorrer una finca comprobando cómo vive el elefante asiático, para terminar la jornada disfrutando de uno de los mejores tés negros que hayas probado jamás.

Luna de miel en Sri Lanka

© Taj Hotels (IHCL)

Sri Lanka es también una postal idílica de inmensos valles de cultivo y un placer para los sentidos a la hora de disfrutar de una gastronomía poblada de especias. El lugar perfecto para dejarte envolver por el misterio de los templos y la tranquilidad de sus playas. Y todo, absolutamente todo, al alcance de tu mano. Para que cada día sea distinto al anterior, para que una experiencia supere a la pasada. Una fotografía diferente para cada página de tu álbum, a cada cual más bonita, más intensa, más extraordinaria. Para que cuando echéis la vista atrás vuestra sonrisa abarque todos y cada uno de los momentos que vivisteis en Sri Lanka.

Luna de miel en Sri Lanka

© Taj Hotels (IHCL)

¿Quieres que te diseñemos un viaje exclusivo al Subcontinente Indio?

Triángulo Cultural de Sri Lanka

Escrito por: Tania Rodríguez

En el corazón de Sri Lanka todavía pueden verse los vestigios de su pasado más glorioso, restos y paisajes dignos de las películas más célebres de Indiana Jones. Para adentrarse en las capitales de la antigua Ceilán habrá que viajar al centro del país. Una región montañosa, bañada en verdes intensos, y decorada de signos explícitos y sutiles de la devoción de sus gentes.¡Bienvenidos al Triángulo Cultural de Sri Lanka!

viajar a Hill Country

Este viaje al pasado ilustre del budismo cingalés comienza en Sigiriya, donde se topa uno de los destinos antiguos más visitados de Sri Lanka, pues allí se encuentran las ruinas de un antiguo y afamado complejo palaciego, declarado Patrimonio de la Humanidad. Nada más pisar aquellas tierras toma protagonismo una magnánima roca resultado una de una erupción volcánica. Desde prácticamente cualquier rincón de la zona es visible, elevándose escarpada cientos de metros entre la naturaleza tropical que la secunda. Dicen las voces más duchas que Sigiriya es una de las ocho maravillas del mundo antiguo, algo fácil de creer cuando se está frente a su Puerta del Léon o a sus muros repletos de frescos presididos por sensuales doncellas. La magia de este lugar, habitado incluso desde los tiempos prehistóricos, alcanza su máximo apogeo cuando se corona su cima, tras subir los más de mil escalones que conducen a unas vistas espléndidas sobre uno de los jardines más longevos del planeta, un paraíso descubierto por un explorador británico a comienzos del siglo XX.

Triángulo Cultural de Sri Lanka: Sigiriya

© thashrif

En la ruta de las maravillas antiguas de Ceilán, se sitúa también Polonnaruwa. Allí se hallan, según muchos, los restos mejor conservados, tanto de edificios religiosos como civiles. El lago artificial de Prakrama Samudra, construido en el siglo XII, ensalza la belleza del lugar, dominado por los Budas de Gal Vihara, esculpidos sobre una pared rocosa. Su Buda acostado de unos quince metros de largo está considerado la escultura más perfecta y misteriosa del país. Una vez en Polonnaruwa resulta de obligada visita “el cuadrado” de la ciudad antigua, donde se encuentran los principales edificios religiosos que rodean a la reliquia del Diente de Buda.

Triángulo Cultural de Sri Lanka: Pollonnaruwa

© Peter Glenday

Continuamos nuestro recorrido en Dambulla, hacia el norte de Kandy, donde puede verse uno de los sistemas de cuevas más grande y mejor conservado del país, donde se topa el Templo de Oro. Sus montañas de cuarzo rosado son otra de las atracciones de esta antigua urbe, pues se trata de las más grandes del sur del continente asiático. Ya en la ciudad de Anuradhapura llegamos a uno de los mayores yacimientos arqueológicos del mundo, repleto de monasterios, que llegan a cubrir un área de más de 40 kilómetros cuadrados, desde la imagen de Samadhi Buda al impresionante Dagoba Jetavanarama, pasando por la radiante capilla blanca de Lankarama, entre otros.

Triángulo Cultural de Sri Lanka: Templo de Dambulla

© Prasanth Chandran

Terminamos este viaje al mundo antiguo de Sri Lanka en Mihintale, una colina ubicada a poco más de diez kilómetros de Anuradhapura y que está formada por una escalera de piedra constituida por hasta 1.840 peldaños. Se dice que este fue el lugar donde se reunieron el monje budista Mahinda y el rey Devanampiyatissa, haciendo posible la presencia del budismo en la Ceilán de entonces, una religión que marcó para siempre la imagen e historia de las capitales antiguas de la “lágrima de la India”.

Yarsagumba: la viagra natural del Himalaya

Escrito: Lorena Pérez

Desde hace varios años los distritos del noroeste de Nepal han visto como sus ingresos aumentaban de forma vertiginosa gracias a la fama mundial que ha ido adquiriendo la yarsagumba. Este hongo crece en las altas tierras nepalís y es, según algunos expertos, el sustituto natural de la viagra gracias a sus grandes poderes afrodisíacos. 

Plato Yarsagumba

© angelhsu

Al igual que ocurre con la gran mayoría de productos afrodisiacos del mundo, no existen pruebas científicas concluyentes de que la yarsagumba posea algún poder tonificante ni afrodisiaco, pero la medicina china tradicional ha confiado desde hace siglos en sus propiedades y en su valor medicinal llegando a popularizarse en todo oriente como “la viagra del Himalaya”.

Los propios aldeanos afirman que para lograr efectos medicinales solo es necesario su consumo esporádico pero que, para alcanzar potentes efectos afrodisiacos, si que debe consumirse de forma habitual. Llegan a asemejar sus efectos a los de la viagra tradicional, consiguiendo mejorar la mayoría de casos de impotencia, eyaculación precoz, falta de deseo y casi cualquier problema de índole sexual.

¿Pero qué es en realidad esta “viagra del Himalaya”? La yarsagumba, científicamente denominada cordyceps sinensis, es un hongo que crece en las cumbres del Himalaya a una altitud de entre 3.500 y 5.000 metros. Su composición es el resultado de la relación parasitaria que se produce entre el hongo cordyceps y una larva de mariposa llamada hepialus fabricius. En invierno, el hongo germina en la larva a través de esporas, mata al insecto consiguiendo momificarlo y después crece en su cuerpo adquiriendo una forma alargada de unos cinco centímetros. La cultura popular asegura que en esta extraña composición radica su increíble poder ya que al ser al mismo tiempo animal y vegetal representa el perfecto equilibrio necesario entre el yin y el yang. Su recogida se produce en primavera, cuando el deshielo de las cumbres deja al descubierto este preciado hongo y familias enteras abandonan por unos meses sus trabajos y estudios para ascender a las montañas y recolectar este “gusano de invierno”. Tras sacarlo de la tierra es necesario lavarlo con cuidado y eliminar cualquier rastro de tierra que pueda contener sin dañarlo.

Yarsagumba, el oro del Himalaya

© RTVE

Tal es su popularidad que su precio de venta actual en los mercados internacionales puede alcanzar los 33.000 dólares el kilo e incluso llegar a los 75.000$ en los mercados más selectos de Pekín. Nada que ver con los 130 dólares el kilo que se pagaba por este hongo a principios de los años 90, cuando solo los chinos más tradicionales y los nepalís lo consumían asiduamente. Por regla general, es necesario reunir unos 2.000 hongos para alcanzar el kilo de yarsagumba y el precio variará en función del color y el tamaño de cada hongo: cuanto más amarilla y larga sea, mayor será el precio.

Yarsagumba store en China

© eriktorner

Esta gran demanda ha convertido a la yarsagumba en la materia prima más valiosa de la región, por lo que en el año 2002 el gobierno nepalí tuvo que regularizar su recogida mediante la concesión de permisos de recolección y legalizar su comercio internacional. Actualmente es fácil encontrar tiendas por todo Nepal y China que exponen, entre sus productos más selectos, yarsagumba de la mejor calidad. Y tú, ¿te animas a probarla y comprobar sus potentes efectos?

Buceo en el Índico: un mar de opciones

Escrito por: Enric Donate

El Océano Índico es un destino privilegiado para los buceadores experimentados y amateurs. India, Maldivas y Sri Lanka no solo son destinos de ensueño fuera del agua, sino que bajo el mar podrás encontrar paisajes extraordinarios con una excelente visibilidad y una rica fauna tropical. Buceo en el Índico ofrece un mar de posibilidades.

Buceo en el Índico: Maldivas

© Malcolm Browne

Enamórate de la vida submarina en la India. Goa es el primer destino de playa del subcontinente y tienen interesantes localizaciones para el submarinismo en islas remotas y poco conocidas como Grand Island y Netrani Island.

Buceo en el Índico: Buceando en India

© Arun Katiyar

Pondicherry es otro enclave donde hacer una parada en tu ruta por el sur de la India. Aquí disfrutarás de la playa y la herencia francesa y podrás bucear hasta 23 metros de profundidad en Cool Shark.  Sin embargo, si quieres una experiencia única, el archipiélago de Andaman es tu destino en la India. Exclusivas y muy poco exploradas, las remotas Islas de Andamán en el corazón del Golfo de Bengala se han abierto recientemente al turismo. Sus aguas cristalinas y la especial protección de todo el archipiélago lo convierten en un lugar particularmente atractivo. Havelock es la isla con mayor infraestructura y hoteles de diversas categorías. En sus aguas encontrarás tortugas marinas, manta rayas, tiburones y formaciones de corales que cubren las caprichosas formaciones volcánicas.

Buceo en el Índico: Playa en Havelock Island

© Vikramjit Kakati

Quienes eligen conocer el lado más salvaje del sur de Asia tienen en Sri Lanka una accesible variedad de paisajes y de reservas naturales terrestres y marinas. Combina los safaris en la selva para ver leopardos y elefantes con inmersiones en algunos de los enclaves más extraordinarios. La isla fue capital en la navegación del Índico y sus costas están repletas de naufragios que se han convertido en localizaciones excepcionales para el submarinista. Nada entre bancos de peces que pueblan los restos de naves que no llegaron a puerto o maravíllate con los avistamientos de ballenas azules y tiburones ballena que se dan a menudo en sus aguas.

Buceo en el Índico - Buceando en Maldivas

© Malcolm Browne

Para terminar, Maldivas es el destino del lujo y el relax por antonomasia, también para los submarinistas. Sus playas de arena fina salpicadas de cocoteros son un paraíso del descanso pero esconden un mundo submarino riquísimo. Las corrientes que se forman entre las islas favorecen la circulación del plancton atrayendo a bancos de peces y sus grandes depredadores. Puedes estar cara a cara con diversas especies de tiburones, anguilas y tortugas y volver a tu villa sobre el mar en Maldivas a disfrutar de los colores únicos del atardecer. Asimismo, si todavía quieres más mar del que Maldivas ofrece, el archipiélago cuenta con los mejores vida a bordo del Índico con la exclusividad que caracteriza el turismo de estas mil islas agrupadas en 26 atolones.

5 lugares que no debes perderte en tu viaje a Sri Lanka

Escrito por: Eva del Amo

Sri Lanka es la receta que cocina a fuego lento una mezcla perfecta entre naturaleza, cultura, tradición y sonrisas, invitándonos a descubrir un lugar a la vez fascinante y mágico. A continuación, te listamos los 5 lugares que no deber perderte en tu viaje a Sri Lanka:

La isla esconde arrozales, palmeras, campos de té y verdes colinas. Árboles sagrados y estatuas de Buda en medio de la espesa jungla. Bosques de ébano, caoba y sándalo, preciosos hoteles coloniales y ocho lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Decidir qué se va a ver en Sri Lanka, de entre todo lo que ofrece, es una tarea complicada, pero hay cinco lugares que nadie debería perderse en la primera toma de contacto con el país insular.

  1. Colombo es la capital de Sri Lanka. Crisol de las diferentes culturas que forman parte de su historia, ofrece, entre otros placeres, poder pasear por el paseo marítimo de Galle Face Green, a orillas del Océano Índico, a lo largo de algo más de una milla. Deja tiempo para visitar su precioso faro de la época colonial y su coqueta playa. También merece una visita su Museo Nacional, indispensable para conocer el arte y la historia del país.
Viaje a Sri Lanka - Colombo beach

© Nazly Ahmed

  1. En Galle, en cambio, lo mejor es perderse por su excepcional casco histórico, a medio camino entre la tradición arquitectónica europea y la asiática. Edificios con encanto para una ciudad con siglos de historia, que presume de fortaleza y bastiones, herencia del dominio portugués y holandés de hace casi cinco siglos.
Viaje a Sri Lanka - Galle Fort

© Marc Biebusch

  1. Kandy, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, también es conocida como Senkadagalapura, la ciudad sagrada del budismo y la última capital de los reyes sinhalas. En este precioso escenario, a orillas de un lago artificial, se levanta el Palacio Real y diferentes templos, como el del Diente de Buda. Numerosas personas se acercan cada día a este lugar a venerar la reliquia más respetada del país.
Viaje a Sri Lanka, Kandy

© Idobi

  1. Pero si quiere conocer a fondo la cultura y la historia del país, nada mejor que visitar el eje que conforma el triángulo cultural de Sri Lanka: Sigiriya, Anuradhapura y Polonnaruwa, todos ellos situados al norte de la capital. En Sigiriya podremos admirar su palacio-fortaleza, del siglo V, que se alza altivo dominando el paisaje, mientras que en Anuradhapura se conserva la mayor estupa del país y el Sri Maha Bodhiya, un árbol sagrado con 2.500 años de antigüedad, nacido de un esqueje de la higuera bajo la cual Buda recibió la iluminación. Pero si queremos viajar al mismísimo corazón del budismo, nada mejor que acercarse hasta Polonnaruwa, cuya selva se ha encargado de preservar un riquísimo patrimonio histórico-artístico, en el que sobresalen las estatuas de Gal Vihare.
Viaje a Sri Lanka - Anuradhapura

© Aitor Garcia Viñas

  1. Nuestro último destino será Dambulla, que permite explorar tesoros de un valor incalculable. Hace más de dos mil años contemplan preciosos templos esculpidos en la roca, que hoy recogen una importantísima colección de pintura al fresco e impresionantes estatuas de Buda. Son los ecos de un pasado que hoy está más presente que nunca a través de los ojos de quien lo contempla.
Viaje a Sri Lanka - Templo de Dambulla

© Prasanth Chandran

La mejor época para viajar a Bután

Escrito por: Eva del Amo

El clima de Bután es muy variado, según la parte del país en la que nos encontremos. En general, la mejor época para viajar a Bután es primavera, cuando la temperatura es más agradable, o en otoño, evitando así los meses más fríos y las fuertes lluvias de los monzones.

Bután se sitúa al sudeste de Asia, entre China e India, y a los pies del Himalaya. Aunque existen planicies y valles, su orografía es muy montañosa, con un 70% del territorio conformado por bosque.

La mejor época para viajar a Bután

© Kyle Taylor

El clima en Bután varía mucho según la zona en la que nos situemos, principalmente como consecuencia de la altitud. Podemos encontrar una climatología prácticamente subtropical en las llanuras meridionales, mientras que en las tierras altas el clima es templado. La temperatura irá descendiendo progresivamente según vayamos acercándonos al Himalaya, un lugar marcado en el mapa con nieves perpetuas.

En general, en los valles centrales de Bután hay bastante contraste de temperaturas, siendo los inviernos frescos y los veranos calurosos, mientras que en las zonas más montañosas el invierno es muy frío y, en verano, el sol casi no llega a calentar, si bien esta es una buena época para disfrutar de diferentes festividades de Bután típicas.

No obstante, si podemos elegir, la época ideal para visitar el país es la primavera, ya que implica, salvo excepciones, una temperatura media más agradable, y una explosión de color en los campos, con enormes extensiones cubiertas por un manto de flores. Los meses comprendidos entre marzo y mayo son, para muchos, la mejor época para viajar a Bután por estos siguientes motivos:

  • Celebración del tshechu de Gomkora, uno de los más espectaculares de Bután.
  • Las jacarandas florecen alrededor del dzong de Punakha a mediados de mayo, tiñendo de colores lavanda este escenario de ensueño.
  • Ideal para realizar el Jomolhari Trek y Drukpath Trek, especialmente desde mediados de abril hasta finales de mayo.
  • El tshechu de Paro suele tener lugar a principios de abril. La mejor oportunidad para conocer al Rey de Bután, ya que a menudo se dirige a las festividades entre el tercer y último día, motivo por el que hoteles y servicios pueden verse desbordados.
La mejor época para viajar a Bután

© Christopher J. Fynn

El otoño es también una estación muy recomendable, especialmente si queremos hacer senderismo. Aunque desde septiembre a noviembre hace algo más frío, este periodo cuenta con una clara ventaja: el agua caída durante la época del monzón ha dejado la atmósfera muy nítida, de tal manera que todo el paisaje se observa con una claridad asombrosa. Por otra parte, en algunas zonas los colores ocres tiñen el paisaje, convirtiendo muchos lugares en una auténtica sinfonía de diferentes tonalidades. Un marco ideal para pasar jornadas inolvidables al aire libre, y perfecto para hacer decenas de fotos que parecerán una postal. Estando bien equipados, el frío que puede llegar a hacer por las noches no resultará un auténtico inconveniente.

Estas son algunas de las experiencias y motivos para viajar a Bután en otoño:

  • La celebración del Festival de la Grulla de Cuello Negro en el hermoso valle de Phobjikha.
  • Los valles del país se convierten en una sombra de oro mientras los agricultores de arroz se preparan para cosechar
  • A finales de septiembre, el tshechu de Thimphu se convierte en el mayor acontecimiento de la moderna capital de Bután. El festival también coincide con el tshechu de Wangdi, por lo que se convierte en la mejor oportunidad de asistir a dos festivales en un solo viaje a pesar de la multitud.

Por el contrario, si hay una temporada que debemos evitar es el invierno. De diciembre a febrero, la temperatura es demasiado fría, por lo que conviene escoger otra estación para visitar el país.

La mejor época para viajar a Bután

© Christopher J. Fynn

Entre mayo y septiembre, aunque la temperatura es mucho más agradable, estamos en época de monzones, por lo que nos podemos encontrar con fuertes lluvias y crecidas de los ríos, especialmente en junio, julio y agosto. La intensidad del monzón, en cualquier caso, varía cada año. Es cuestión de suerte que nos encontremos con más o menos lluvia, aunque ésta hará acto de aparición con total seguridad.

¿En qué época te gustaría viajar a Bután?

10 razones para visitar el Himalaya indio

Escrito por: Enric Donate

Con 10 ochomiles en su haber, el Himalaya o Morada de las Nieves en sánscrito, es la cordillera más fascinante del mundo. Solo la vertiente india es un mosaico de diversidad cultural, patrimonio histórico y paisajes espectaculares. Estas son las 10 razones para visitar el Himalaya indio. Esto es lo que no te puedes perder.

Himalaya indio, Dharamsala

© Michael Foley

 

  1. DHARAMSALA. Todo aquí gira alrededor del Dalai Lama y la comunidad tibetana en el exilio. La vida pivota alrededor del Monasterio del Dalai Lama. Únete al parikrama, el camino que lo circunvala y compartirás el tiempo con tibetanos ensimismados recitando sus mantras.
  1. EL YOGA. Esta disciplina física y mental milenaria tiene en la localidad de Rishikesh un importante centro. Los ermitaños hindúes eligieron esta zona del cauce del Ganges para establecer sus retiros espirituales. Hoy en día, Rishikesh celebra el Festival Internacional de Yoga.
  1. LAS PLANTACIONES DE TÉ. El champagne de los tés se cultiva en terrazas a una altura de 1500 metros. Darjeeling fue elegida como capital de verano por los británicos y aquí construyeron bungalós y un tren de vapor que sigue en funcionamiento. Darjeeling es aún hoy un viaje en el tiempo.
Himalaya indio - Darjeeling

© Daniel Peckham

  1. EL TIGRE DE CORBET. El primer Parque Nacional establecido en India, fue también donde se inició el Proyecto Tigre. Accesible, pero poco visitado, es el destino perfecto para los amantes de la naturaleza que deseen avistar al gran felino con temperaturas más suaves a los pies del Himalaya.
  1. LADAKH. El pequeño Tíbet indio es un territorio de cultura y paisaje único. Los monasterios históricos de Lamayuru o Thiksey se diseminan por el valle del Indo. Las aguas turquesas del río cruzan esta meseta desértica donde la ausencia de vegetación deja los colores de la roca desnuda a la vista.
  1. EL VALLE DE LAS FLORES. Parque nacional y Patrimonio Natural de la UNESCO, este valle en el área del Nanda Devi es uno de los últimos refugios de cientos de especies de flora alpina. El valle solo es accesible entre junio y octubre después de un trekking de 17 kilómetros desde Govind Ghat. Un esfuerzo ampliamente recompensado por la belleza que atesora.

    Himalaya indio, Valle de las Flores (c)

    © Araghu

  2. LAS FUENTES DEL GANGES. Tortuosas carreteras que serpentean por las alturas del Himalaya llevan hasta las fuentes del río más sagrado del hinduismo. Tras el deshielo, el trajín de peregrinos a Gangotri es continuo. Aquí, belleza natural y religiosidad se dan la mano.

    Himalaya indio -  Leopardo de las nieves

    © Bernard Landgraf

  3. ARUNACHAL PRADESH. Raramente visitado, el extremo oriental del Himalaya indio se jacta de acoger a 4 grandes felinos, entre los que se halla el leopardo de las nieves. Descubre los más de cien grupos tribales que habitan a los pies de las montañas y a orillas del Brahmaputra.
  4. EL KANCHENJUNGA. El tercer pico más alto del Himalaya, fue considerado hasta 1852 la mayor montaña del mundo. El perfil casi perfecto del Kanchenjunga domina el valle de Sikkim, un pequeño estado de cultura budista que se integró en la India en 1975.

    Himalaya indio, Vista del Kanchenjunga

    © Nitin Tiku

  5. SRINAGAR. Strictu senso, el valle de Kashmir pertenece a la cordillera del Karakorum, pero ¿cómo obviar Srinagar en un viaje por el Himalaya indio? De esta tierra dijeron emperadores que era el paraíso y aún hoy la experiencia de vivir en las casas barco sobre el lago Dal y escuchar el canto del almuédano al atardecer raya lo indescriptible.