Yoga y meditación para combatir la ansiedad

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Yoga y meditación para combatir la ansiedad

2020 ha sido un año que nunca olvidaremos, especialmente tras experimentar un impredecible aislamiento a causa de la expansión de la COVID-19. Una situación asimilada de forma diferente por cada uno de nosotros y que, en más de una ocasión, ha supuesto un conflicto interno alimentado de cambio e incertidumbre.Te contamos todo lo que necesitas saber sobre yoga y meditación para combatir la ansiedad.

Escrito por: Alberto Piernas

Yoga en un templo en India Yoga en un templo hindú. © Pixabay

En diciembre de 2019, muchos nos disponíamos a recibir un 2020 lleno de objetivos y propósitos, de viajes y nuevos retos. Sin embargo, poco podíamos imaginar que un primer brote del ya archiconocido COVID-19 podría expandirse por todo el mundo cambiando para siempre nuestra forma de concebir la realidad.

Tras la llegada de este virus a gran parte del mundo, los gobiernos tomaron la decisión de declarar un estado de alarma con su consecuente aislamiento en casa durante varias semanas. Y de repente, allí estábamos, totalmente desorientados. Nuestras aceleradas vidas ya eran cosa del pasado y debíamos aprender a convivir con familiares, compañeros de piso o, incluso, con nosotros mismos durante 24 horas a esperas de una desescalada en la que actualmente se encuentran sumidos países como España.

Semanas de aislamiento durante las que cada persona ha reaccionado a la crisis sanitaria de una forma diferente: los hay quienes han debido lidiar con problemas económicos, familiares y la propia necesidad de salir a la calle como tímido gesto de libertad o, por otra parte, quienes sí han aprendido a desempeñar una rutina en casa de forma diaria, agradeciendo un tiempo preciado que, en nuestra vida anterior, se nos escapaba. En este último caso, el problema ha llegado cuando se anunciaron las medidas de desescalada y la gente volvió a percatarse de que, realmente, quedarse en casa ya no les parecía tan mala idea.

Y es que la COVID-19 no solo ha supuesto un nuevo reto para científicos y sanitarios, sino también para los psicólogos. De hecho, según una encuesta, el 66% de consultas a gabinetes de psicología desde el inicio del estado de alarma han sido relacionadas con síntomas ansioso-depresivos derivados por la situación de aislamiento. A ello, cabe sumarle el llamado «síndrome de la cabaña», un mal desmentido por quienes aseguran que, el único problema, es que nos hemos acostumbrado a ser dueños de nuestro tiempo y volver a nuestra vida anterior no nos resulta tan fácil. Una situación que deja un poso, cuanto menos curioso, caracterizado por nuevas perspectivas y situaciones que no llegamos a gestionar bien del todo.

En cualquier caso, cuando nos hemos dado cuenta de que la psicología a distancia no es suficiente y que volver a relacionarnos físicamente nos supone un esfuerzo antaño impensable, no queda otra que encontrar alternativas que nos permitan devolvernos a nuestro centro. A acariciar las raíces del pensamiento como mejor base a la hora de adaptarnos a esta nueva situación.

Yoga y meditación para combatir la ansiedad

Practicar yoga en casa

Practicar yoga durante el confinamientoo: nuevos aliados para una nueva vida. © Pixabay

La ansiedad se manifiesta de formas diferentes en función de la persona: para algunos, a través de taquicardias o palpitaciones constantes, otros hiperventilan todo el tiempo y algunas personas llegan a desembocar en el temido ataque de pánico. Este síndrome, caracterizado por el irracional miedo a que algo grave e inmediato pueda sucedernos, puede desencadenar una profunda crisis en el afectado, e incluso sumirle en una depresión.

Además, en muchas ocasiones la ansiedad no solo nace de un problema actual y concreto, sino que muchas veces puede derivar del mismo subconsciente, motivo por el que más allá de controlar la ansiedad, explorar el motivo puede resultar de gran utilidad a la hora de abordar el problema y no caer en patrones de pensamiento erróneos (y crónicos) con el paso del tiempo. Solo entonces comprendemos que, más allá de una sesión de terapia o la simple necesidad de salir, el yoga y la meditación pueden resultar de gran utilidad en nuestro día a día.

A pesar de sus muchas ramificaciones desde su llegada a Occidente, el yoga nació en la India hace más de 2000 años como una disciplina enfocada a acercarse a la iluminación a través de diferentes ejercicios tanto físico como mentales. Un objetivo de lectura ampliamente debatida que extrae numerosos beneficios para nuestra mente y organismo corroborados por la ciencia. Los ejercicios de respiración a los que incita la práctica yóguica nos permiten modificar nuestros patrones de pensamiento e irradiar una cálida brisa en nuestro estado mental, físico y espiritual.

Solo basta con tener una esterilla y contar con la mejor guía (ya sea online o de forma autodidacta) y encontrar en esta práctica la mejor aliada. Además de oxigenar la sangre, el yoga ayuda a reducir la diabetes, fortalecer los huesos y músculos o volvernos mucho más flexibles. En lo que respecta a nuestra mente, si fomentas una práctica semanal, una o dos veces por semana, con el tiempo aprenderás a apreciar mejor el momento presente y potenciar tu atención y concentración.

Si, en tu caso, quieres disfrutar de tu sesión de yoga o meditación durante estas dos semanas, también puedes llevarte esta práctica contigo allá donde vayas. Por ejemplo, puedes extender tu esterilla en la playa o practicar meditación incluso desde el asiento del tren o el avión hasta el final del trayecto.

Se trata de contar con herramientas que queden a nuestro propio alcance, de nuestra capacidad para relajarnos y poder acceder a ese lugar de paz que solo vive en nosotros mismos.

¿Y si practicas yoga en India?

Turismo de yoga en India Ananda in the Himalayas, uno de los mejores resorts donde practicar yoga en India. © Ananda

Planear un viaje puede resultar un plan igual de terapéutico a la hora de invitar a la esperanza y estimular un futuro de planes totalmente adaptados a nuestras necesidades. Y, ¿qué mejor que viajar a la tierra del yoga para experimentar los beneficios de esta disciplina milenaria junto a otros complementos?

A lo largo y ancho de India, Sri Lanka, Bután, Nepal y Maldivas encontrarás alojamiento y hoteles exclusivos donde practicar yoga frente a los Himalayas o el Taj Mahal supone una realidad totalmente recomendable. Por ejemplo en Rishikesh, la conocida como «capital del yoga», encontrarás más centros yóguicos que habitantes en un entorno único, místico, junto frente al techo del mundo. El amanecer que baña Kerala, entre cocoteros infinitos y el aroma a sándalo y tropicalismo que inunda sus ecoresorts. Practicar tu asana frente al atardecer del río Ganges a su paso por Varanasi, posiblemente la ciudad más mística del mundo.

Experiencias únicas a las que sumar diferentes tratamientos de spa o ayurveda asistidos por el propio equipo del hotel, o incluso acercarte a los mejores ashrams y templos donde sumergirte en un mundo sensaciones y alargar los beneficios de una práctica que en India, más que en ningún otro lugar, se convierte en arte.

Prepara tu viaje a India desde la certeza de proseguir todos los buenos hábitos en un momento en el que activarse es más una obligación que una sugerencia.

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